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¡NO TE LA PIERDAS!

Delitos resueltos con la ayuda

del olfato de los perros

casos

Son numerosos los casos en los que ha participado el doctor Rosillo con sus canes en busca de olores que sitúen a asesinos, violadores, homicidas, secuestradores... en la escena del crímen. Estos son una pequeña muestra de valioso trabajo.

Caso: identificación violador en serie en La Pampa.

 La pericia es convocada por el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de la Pampa. El modus operandi para la realización de la prueba pericial es similar a todos los hechos: identificado un sospechoso, se lleva a cabo la pericia odorológica. Las muestras para las pruebas se tomaron de una sábana donde se produjo el hecho. En este caso se usó luz UV para visualizar mejor los rastros biológicos. Una vez identificado el sector de la sábana donde se produjo la violación, se procedió a su calentamiento con un calefactor tipo industrial. La sábana actuó como olor base; se colocaron seis olores. Cinco de ellos de humanos testigos sacados de las manos durante 15 minutos y el otro del sopechoso, también de las manos durante 15 minutos.Los perros dieron las tres secuencias exploratorias positivo con el sospechoso. La pericia se llevó a cabo en los Tribunales de Justicia,ante testigos, fiscales y juez.

Doble crimen en Buenos Aires 16/11/2015

El Palomar en Buenos Aires fue escenario del brutal asesinato a puñaladas de una joven madre y su hijo de 3 años. Se buscaba a otra hija de la mujer, de 6 años. A solicitud de la Fiscalía, se realizan las pericias odorologicas. Se usaron como evidencias de recolección hisopados ADN de las manecillas de la cocina y del depósito de gas, ya que el homicida dejó abiertas estas válvulas para producir un escape de gas. 

Cuando es apresado un sospechoso vinculado por lazos familiares a la víctima, se le realizan las pruebas de olor que arrojan un resultado positivo usando los hisopos de ADN, para muestras odoríferas de los caninos “Corbata” y “Bruno”. El sospechoso en el juicio aceptó los cargos imputados y dio detalles del macabro homicidio.

  

CASO “Cristian”, Juzgado Federal
Secuestro extorsivo en 2003 en el norte de Argentina. Un joven de 21 años fue sorprendido por los delincuentes cuando se bajaba de su Mercedes Benz para abrir el portón del garaje de su casa del barrio Las Tejas, a 15 cuadras del microcentro Correntino. Durante la investigación se determinó que los secuestradores lo mantuvieron oculto en varios lugares. Para el secuestro utilizaron un Fiat Duna color blanco, luego la víctima fue cambiada a otro vehículo (Corsa), hasta su total desaparición. En el Fiat para las pruebas periciales odorológicas se colocaron tres paños grandes de gasas esterilizadas en el asiento trasero, y en el piso de la parte central del asiento. La prueba consistió sin cuerpo presente, es decir solo con ropas de olores testigos y de la víctima. Participaron los perros de la División Canes Policía de Corrientes , “Kual” (pastor alemán) y “Kual” (labrador retriever), que identificaron en la línea de exploración de seis frascos, el olor de la víctima, realizaron tres marcaciones. Un año después, el perro “Corbata”, perteneciente a la Policía de Río Negro, realizó una segunda pericia, también con resultados positivos.

  

Caso “Nicolás” en un Juzgado Provincial 2008
Este suceso, de desaparición de una persona, ocurrió hace diez años en el centro de Argentina.
El joven Nicolás desapareció engañado por un grupo de personas que traficaba con dorgas y estaban también implicados en delitos de trata de personas.La pericia odorológica comprobó que el cuerpo de Nicolás estuvo dentro del maletero de un vehículo, perteneciente a la banda.Asimismo se demostró por medio de la odorología, que un cuchillo tuvo contacto con el cuerpo de la víctima.Los tres perros que actuaron en este caso fueron “Corbata” “Nerón” y “Mateo”, pertenecientes a la Sección Canes de Viedma de la Policía de Río Negro, Argentina.

 

 México pide implementar unidades de odorologìa forense en su sistema judicial.

Un estudio realizado por la Universidad de Querétaro, México, analiza los pros y contras de implementar esta técnica en su país, donde, según la investigación, una de las principales causas de incertidumbre para los jueces en materia penal al momento de emitir una sentencia es la falta de evidencia, lo cual se debe mayoritariamente a la escasez de material probatorio recolectado y analizado con fines periciales.
Por ello propone que las instituciones judiciales mexicanas introduzcan procedimientos que permitan analizar aquellos elementos que escapan a los sistemas de identificación convencionales, como el olor, que prácticamente no se ha utilizado en el país para el esclarecimiento de hechos delictivos.
Para conocer el apoyo que podría tener esta técnica en el sistema judicial mexicano, los investigadores Juan Daniel Camaro-Iglesias, licenciado en Criminología y Gerardo Servín-Aguillón, doctor en Derecho e investigador, ambos de la UAQ, realizaron una encuesta a personal involucrado en la ciencia forense, tales como peritos oficiales, peritos privados y académicos, y otra a sociedad civil. Los resultados indican que al 90% de los encuestados le parecería importante contar con servicios periciales que analizasen el olor en la escena del crimen para emplearlo como evidencia en un proceso judicial. Además, un 72% confiaría en la capacidad olfativa de los perros para su ayuda en el ámbito pericial y a una amplia mayoría, el 92%, le gustaría capacitarse en materia de odorología forense.
En cuanto a la encuesta realizada en la sociedad civil, el 78% confiaría en la capacidad olfativa de los perros para la resolución de un delito.


A partir de esta alta aceptación, el estudio propone la creación de Unidades de Odorología Forense, UOF en el sistema policial y judicial. Los procedimientos que deberá llevar a cabo la UOF, son: procesamiento del lugar de la investigación; recolección de las huellas de olor; transporte y embalaje del olor; almacenamiento de las huellas de olor;. análisis instrumental; técnica canina de discriminación de olor que consiste en un proceso mediante el cual, un perro debidamente adiestrado y certificado para tal actividad, logra distinguir o no un olor dentro de una línea de comparación en función de una huella de olor presentada previamente como referencia para hacer esta distinción; una vez establecida esta distinción el can realiza una conducta conocida como marcaje, en la cual indica el lugar y la presencia del olor presentado como referencia o la ausencia de este; y por último, la elaboración de dictámenes sobre la investigación llevada a cabo.

 

 

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