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La propiocepción, de moda

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Cada vez se oye hablar más de “propiocepción”. Los fisioterapeutas hacen más ejercicios de este tipo en sus sesiones y los profesionales caninos no se quedan atrás. Es como un boom que nos bombardea como la panacea: además de una resolución física tiene una mental que ayuda al perro en diversos aspectos, incluso a modificar conductas erróneas. Para saber un poco más de que es esto de la propiocepción publicamos un artículo realizado para nuestros lectores por Eva Sánchez de PETanares, en el que queda claro que no todo vale en este tipo de ejercicios: siempre hay que ir de la mano de un profesional.

Por Eva SÁNCHEZ, directora de PETaneres y Creadora del Método de Trabajo Propioceptivo para Perros: PROPIO-3C

Un gran número de educadores caninos se están interesando o tienen curiosidad por saber y conocer sus beneficios. Incluso algunos de ellos lo están empezando a aplicar en sus clases de forma habitual. Pero no sólo los profesionales tienen la mirada puesta en la propiocepción. Los propietarios están buscando asesoramiento y cursos en los que se imparte esta práctica.

El objetivo de este breve artículo es informar y dar a conocer la propiocepción desde un punto de vista distinto. Incluso aquellos que tienen nociones sobre el tema asocian la propiocepción a un trabajo más físico que mental. Pero sobre todo y por encima de todo, a ser responsables y conscientes de qué representa la práctica propioceptiva.

En PETaneres hemos creado un nuevo método de trabajo: #PROPIO-3C, basado en la Regla de las 3 C’s en la que se contemplan 3 preceptos básicos: conocer tu propio cuerpo; tener consciencia del mismo y saber coordinarlo. La propiocepción utilizada como elemento integrante en programas de modificación de conducta o utilizado desde el punto de vista del aprendizaje, como disciplina canina. Si queremos introducirnos en este vasto mundo, lo principal es, obviamente, saber de qué estamos hablando. En el sentido etimológio de la palabra, la propiocepción significa “tener consciencia de uno mismo”. Y, en el caso que nos ocupa, del propio cuerpo. La consciencia que tiene el perro de su propio cuerpo. 

Si nos referimos a una definición más científica, amplia y consensuada por distintos profesionales, estaríamos hablando de “la capacidad del cuerpo de detectar la posición y el movimiento de las articulaciones a través del sistema propioceptivo, compuesto por una serie de receptores nerviosos o propioceptores que están en los músculos, tendones y articulaciones. Esta información se procesa en el sistema nervioso central, que a su vez envía una respuesta para ejecutar un movimiento adaptado y preciso”.

Esta descripción puede resultarnos tediosa si valoramos la propiocepción aplicada al sector educativo, pero debemos conocerla y tenerla muy en cuenta porque aunque nuestra finalidad no sea fisioterapéutica (ámbito exclusivo para profesionales de dicho campo), debemos conocer conceptos básicos de anatomía o biomecánica para su correcta práctica.

Un grave error de interpretación es pensar que realizar ejercicios propioceptivos con nuestros perros, o los de los alumnos, no tienen consecuencias físicas aunque estemos realizando un trabajo con una finalidad muy distinta, como podría ser corregir un problema de conducta o, simplemente, como una disciplina más que podemos practicar con nuestro perro, compartir y disfrutar de ese momento de trabajo. 

Debemos ser conscientes del alcance de ésta práctica y realizar un programa de ejercicios en función del objetivo que hayamos planificado. Conocer qué ejercicios son los adecuados para cada segmento corporal que vayamos a trabajar y realizar siempre ejercicios de warm up y cool down al inicio y al finalizar cada sesión. Una rutina indispensable de calentamiento y estiramientos. Ya que nos hemos adentrado en aquellos errores que, por desconocimiento, se suelen producir, hablaremos muy brevemente del material que se utiliza en las sesiones. 

Es conocido el material diseñado por la marca americana Fitpaws, especialistas en propiocepción para perros. Recientemente, y debido a su popularidad, la adquisición de materiales de trabajo, que no son suministrados por fisioterapeutas caninos que comercializan material específico para este fin o marcas de prestigio como la que hemos comentado, se adquieren todo tipo de materiales destinados al uso humano. Esto puede acarrear consecuencias desagradables si no conocemos las características específicas que deben cumplir este tipo de obstáculos. Si estáis interesados en adquirir material y no estáis familiarizados, dejaros asesorar por un profesional.

La propiocepción, como cualquier otra disciplina, conlleva un aprendizaje, tanto teórico como práctico, si se quiere realizar correctamente y con responsabilidad. Los beneficios de la propiocepción son muy amplios, pero debe conocerse su técnica y aplicarla con sensatez.

Retomando lo que hemos dicho anteriormente y hablando de sus efectos, la propiocepción actúa a nivel físico pero también comportamental en el perro. Mejora las respuestas y reacciones automáticas en deportes técnicos que requieren velocidad o precisión como en Agility u OCI, y el rendimiento en perros de trabajo. Especialmente en trabajos de riesgo como perros de rescate. Ayuda a evitar lesiones. Favorece la seguridad en el animal, el vínculo con el guía y la comunicación con otros perros. La única premisa, como en cualquier disciplina: conocerla y aplicarla correctamente, garantizando la salud física, mental y el bienestar de nuestros peludos.

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