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LA ENTREVISTA

Joserra Lebrón

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"El día a día de un musher es

una lucha continua,

nos consideran deportistas de segunda"

 

Por Emer IGLESIAS

Mushing y nieve es sinónimo de Joserra Lebrón, nuestro musher con el palmarés más amplio a sus espaldas, en el que destaca más de una veintena de podiums, tanto a nivel nacional como internacional.  Cuando habla de los escasos apoyos a este deporte le cambia la cara y el tono de voz. A pesar de que “desliza” por la nieve de medio mundo el nombre de nuestro país, los esponsor o patrocinio se resisten y no duda en afirmar tajante que “parece que vale más un postureo que unos resultados reales”.

-A punto de comenzar la temporada de mushing, ¿cómo se presenta?

-La temporada la verdad que empezó un poco incierta. Una lesión de la veterana del equipo, que ya no va a competir más, ha hecho replantear muchas cosas en la organización de la temporada. Poco a poco voy redefiniendo objetivos y preparando a los perros y a mí para lo que podamos afrontar.

-De todas las modalidades, ¿cuál es tu preferida?

-Creo que es innegable que si te atrae este deporte, la esencia del mushing es la imagen de un trineo con un tiro largo de perros en medio de ninguna parte. Hoy día tenemos variantes y modalidades para todos los gustos, en tierra y nieve. Me quedo con esa imagen y, ya puestos a no ser objetivo, con una de mis especialidades, el skijoring en formato media/larga distancia, que particularmente me ofrece un disfrute bestial, y muy distinto al trineo.

-El mushing es un deporte que necesita una climatología específica, ¿cómo y dónde es posible practicarlo en España?

-Si entendemos el mushing en todas sus variantes, y las adaptamos al entorno en el que vivimos, es posible la práctica en gran parte de la península. Simplemente hay que adaptar nuestro mushing a las características del entorno, atendiendo siempre a las reglas básicas de temperatura, suelo, etc., por  la seguridad y bienestar de nuestros perros.

-Qué deficiencias hay en nuestro país? ¿Es diferente respecto a otros de nuestro entorno?

-¿Deficiencias? !!Todas!! Si partimos de la base de ser un deporte muy poco conocido, con mucho mito cinematográfico, y con una cultura de mushing en particular ,y de deportes de invierno en general bastante poco arraigada, las cosas no son nada sencillas. Si a eso sumamos un escaso apoyo institucional, que nos considera deportistas de segunda, tenemos un cóctel que hace el día a día del musher y mushing una lucha continua. Respecto a países más al Norte, sí, totalmente distinto. Sin ir muy lejos, en Francia o Alemania es un deporte muchísimo más conocido y practicado. Como en muchos otros aspectos, nos llevan alguna generación de ventaja.

-¿Cómo comenzaste en esta disciplina? 

-Mi comienzo real fue bikejoring, skijoring y canicross con la veterana actual del equipo, hace unos 10 años.

-Háblame de tus perros, ¿cuál fue la primera? ¿De donde salieron? ¿Cuál se llevó más trofeos? 

-Nos podemos remontar a hace más de 20 años y una Alaska Malamute que despertó el ansia de hacer montaña “de otra forma”, pero la verdadera responsable es Lur, mi perra más veterana, que con casi 11 años seguía entrenando hasta hace un mes que una lesión con posterior operación la ha apartado de los entrenamientos. Después llegó Orhi, un siberiano rescatado de una situación bastante difícil, también jubilado actualmente. Posteriormente Negu, Lua, Ishka, Axl y Bruce, por orden de llegada y edad. ¿Trofeos? Por edad, con Lur he conseguido unos cuantos campeonatos Vasco-Navarros en skijoring y bikejoring, así como podiums de skijoring en Campeonatos de España. Aunque quizá las que comparten mejor palmarés son el binomio Lua-Ishka. Son dos de mis guías y con las que habitualmente compito en skijoring y trineo. Llevan ya unos cuantos podiums nacionales e internacionales. Todos menos Orhi me han subido alguna vez al cajón, aunque Orhi me proporciona uno de los mejores podiums, y es el cambio que ha experimentado de como era cuando llegó a su estado actual.

-¿Cómo es tu relación con ellos? ¿Dónde viven?

-Mi relación con ellos es estrecha, de equipo y de convivencia diaria. Viven en casa. Pese a que tienen su espacio y kennel fuera, siempre me gusta su presencia en casa y ver su tranquilidad cuando descansan todos juntos en el salón.

-¿Cómo es vuestro día a día?

-Nuestro día a día en temporada es una locura. Trabajo a turnos con jornadas largas y los días de trabajo hay que sacar tiempo para casi todo. Sacar horas de entrenamiento con jornadas de 12 horas implica rascar muchas horas de sueño y de vida social. Cuando libro es todo mucho más fácil. Con las variantes propias de las circunstancias personales, la vida del musher no es nada idílica. De ahí la gran cantidad de gente que va y viene del mundillo.

-Aunque a veces se habla de que el mushing es un deporte en solitario, yo lo veo como un deporte en equipo donde se necesita una compenetración inimaginable en otros deportes. ¿Cómo es  tu equipo?

-Si entendemos “deporte en solitario” como practicarlo con gente, sí. Creo que una gran parte de este colectivo realiza los entrenamientos sin otros equipos, salvo las quedadas que se puedan hacer para entrenar. Adaptar entrenamientos a horarios es difícil, imagina a eso unir entrenamientos con otra gente. Por otra parte, nunca estás solo, y cuantos más perros, más y mejor acompañado. En ese aspecto, indiscutiblemente es un deporte de equipo en el que la compenetración es indispensable. ¿Mi equipo? No puedo ser objetivo, pero estoy muy orgulloso del equipo que forman mis perros. Es un equipo tranquilo, muy trabajador y con gran capacidad de adaptación.Me encanta verlos concentrados en lo suyo.

-En tu etapa profesional, ¿perdiste algún perro? ¿cómo lo vives? porque sin un miembro del  equipo tiene que ser difícil seguir…

-Por el momento sólo he perdido una perra y sí, es muy duro, pero por el perro que falta, los que quedan, y por ti mismo, lo mejor que se puede hacer es seguir. Creo que es el mejor homenaje al perro que se va.

-¿Qué vida hacen los miembros de tu equipo cuando se jubilan?

-Salvo viajes en grupo a la playa, vida de jubilado. Vida tranquila en casa con el equipo. Paseos, acompañarme al monte, a correr o esquiar. Siguen siendo uno más, aunque no entrenen o entrenen menos.

-En todos estos años que llevas practicando mushing, ¿qué carrera fue la más especial y por qué? ¿Y la más dura?

-Hay muchas carreras “especiales”, por momentos en los que las haces, vivencias allí... es difícil escoger. Como carrera emocionante y en la que disfruté muchísimo podría citar el Mundial de 2015 en Scharnitz (Austria) que disputé en Skijoring Media Distancia. Tanto las perras como yo íbamos muy bien de forma, la pista y condiciones eran inmejorables y la verdad que fueron 120 km de disfrute total, independientemente del resultado, que fue muy  bueno. Por el contrario, quizá de las más duras fue mi primer campeonato de Europa en Les Fourgs (Francia), en la modalidad anterior. Más de la mitad de la pista estaba únicamente pisada con moto de nieve y hacía que esquiar fuera agotador y en continua tensión. Fue realmente duro terminar. En ambas obtuve un segundo puesto, pero incomparable la sensación de disfrute entre una y otra. En general también puedo destacar cualquiera de las innumerables Monegros que he realizado, por lo que implica emocionalmente la carrera en la que hemos empezado muchos.

-¿Qué es lo más gratificante para ti? Cuando llegas a meta, cuando estás corriendo, cuando entrenas, cuando descansas junto a tus perros, cuando convives con otros mushers…

-El mushing no es entrenar o competir, es un “todo”. El mushing es una forma de vida en la que sacrificas (o eliges, mejor dicho) muchas cosas en función de tus perros y una forma de vida. Priorizar una cosa u otra para mí es hacerlo incompleto. Sólo podría prescindir de las carreras (pese a que me encanta el gusanillo de la competición), porque al final es la mínima parte de la vida de un musher y, si no disfrutas en todo lo anterior, difícilmente lo harás en competición.

-¿Y lo más difícil?

-Sin lugar a dudas, la logística y economía para poder llegar a los objetivos deseados. Ver que no puedes hacer ciertas cosas o competir, no poder ir a competir para lo que estás dando todo es muy frustrante, y hay que luchar muy duro para entrenar y prepararte sabiendo que es posible que no puedas llevar a cabo tu objetivo, no por falta de preparación, sino por falta de medios. 

-¿Es compatible practicar mushing con una vida familiar, profesional, económica, social… dentro de unos parámetros medio lógicos?

-Para eso primero habría que definir qué son esos “parámetros medio lógicos”. El mushing es algo flexible en muchos aspectos y creo que la clave para no darte un batacazo es conocer esos parámetros o límites de cualquier índole y saber adaptar nuestro mushing en base a eso, y no al revés.

-¿Cómo sufragas tu actividad?

-Trabajando, como casi cualquier mortal. Salvo una pequeña ayuda económica del ayuntamiento no tengo ningún sponsor ni patrocinador potente que realmente me permita sufragar el mushing. Actualmente promocionarse en las redes sociales y el “postureo” parece que vale más que unos resultados reales. Sólo tenemos que pararnos a observar y lo comprobamos. También debo reconocer que no sé venderme (en el amplio sentido de la palabra, para bien y para mal).

-¿Crees que este deporte goza del reconocimiento que merece o hay un gran desconocimiento de lo que realmente es?

-Pese a que poco a poco es un deporte más conocido, seguimos siendo algo casi “exótico” en éstas latitudes, pese a los buenos resultados deportivos que se consiguen en Europa. Poco a poco ésto va cambiando.

"Pese a que poco a poco es un deporte cada vez más conocido, seguimos siendo algo “exótico"


-¿Qué le dirías a una persona que está leyendo esto y piensa “yo quiero comenzar a practicar mushing”?

-¿Qué le diría? !Huye! Bromas aparte, le diría lo que me dijeron a mí cuando empecé. Palabras de Jose Sacristán, un gran musher al que tengo un gran respeto y cariño. “El mushing y las prisas son incompatibles”. En esta aparente sencilla frase se resume prácticamente todo lo bueno y lo malo de éste deporte. 

"El mushing y las prisas son incompatibles; es el consejo que recibí al empezar y es el que yo doy"

-¿Cuál es tu vida profesional, en qué trabajas?

-Soy personal de emergencias (bombero) en una empresa privada y además guía de montaña. 

-¿Dónde vives?

-Vivo y trabajo en un pueblo pequeño del Pirineo, pegados a Francia.

-El documental “Sled Dogs”, que pone el foco en el lado oscuro de este deporte, ha sido un mazazo a esta disciplina a nivel internacional. Incluso su directora ha iniciado una campaña feroz para suspender la Iditarod y frenar la práctica del mushing. ¿Qué hay de verdad sobre el mushing y qué hay de verdad sobre el trato que realmente reciben estos perros?

-Hay algo muy básico y es que un perro maltratado o infeliz no quiere correr, o no rinde como podría. Partiendo de esa base, es muy estúpido pensar en un maltrato, aunque sólo fuera por el propio interés del musher. ¿Que hay garbanzos negros? por supuesto, y está en la mano de nosotros, los propios mushers, apartar esos garbanzos de la cazuela para que el plato salga bueno. Dejar de un lado la doble moral tan habitual en el mundo y por muy “guay” que parezca juntarse con ciertos personajes, tener la capacidad de aislar a la gente que oscurece este mundillo. Por suerte, son pocos y cada vez menos, pero claro que los hay. Como en cualquier ámbito de la vida. En términos generales y “caninos”, creo que tienen mucha mejor calidad de vida gran parte de los perros de mushing, que muchos perros domésticos. Muchas críticas vienen del desconocimiento, y mucha gente ajena al mushing cuando lo ven de cerca se dan cuenta de que no son “pobrecitos perros que obligamos a tirar”. Les encanta y disfrutan haciéndolo y compartiendolo con sus dueños, compañeros, o como nos queramos llamar.

"Tienen mucha mejor calidad de vida gran parte de los perros de mushing que los domésticos” 

-Cuándo las cosas son difíciles de hacer, aparecen más trabas: animalistas que hablan de maltrato animal, falta de financiación,  escaso o nulo apoyo logístico, competiciones que desaparecen por imposibilidad de mantenerlas (la pirea)… ¿Qué más?

-Trabas tenemos todas las descritas, y muchas más. Hay que ser firme, y a la vez lógico. Luchar contra la mala concepción del deporte haciendo bien este deporte y siendo impecables, tanto en entrenamientos, como en organización y participación de carreras. La falta de financiación y apoyo logistico para organizar carreras son temas muy complejos y muy distintos para cada carrera y cada tipo de carrera.

-En prácticamente todas las estaciones de esquí se puede “comprar” un paseo en mushing. ¿Esta práctica comercial ayuda al conocimiento de este deporte, o hace más mal que bien?

-Personalmente no comparto mucho el tipo de paseo que se hace. También hay que verlo dentro de un formato de turismo de consumo que tampoco comparto. Los paseos en sí mismos no hacen ni bien ni mal a éste deporte. Es un escaparate de algo que se vende, y ahí entra la responsabilidad de quien está al cargo de cada empresa. Volvemos a la necesidad imperiosa de ser impecable para no tener que lavar imagen, sino que la imagen sea buena en sí misma.

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