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LAS UNIDADES CANINAS
responsable de la Unidad Canina El primer y su experiencia la hace ser el equi-
de la Policía Local de Marbella. perro fue librio del grupo. Hace todas las pi-
En época escolar su trabajo se ruetas que le pide el policía y cuan-
focaliza a primera hora de la ma- un pastor do le lanza el mordedor sale como
ñana en las entradas de los centros alemán, un cohete a por él.
escolares que hay en el municipio. Tras su juego le toca descansar
“Siempre vienen las tres perras con- luego se y sale como una “moto” Thai, una
migo, pero no trabajan juntas, las decantó perra “con un instinto de búsqueda
voy intercalando. Cuando una sale muy alto y gran predisposición al
las otras se quedan en su compar- por mali- trabajo”. No tardó ni cinco segun-
timento preparado en la furgoneta nois dos en tumbarse delante de la bota
con refrigeración independiente”. de una chica donde había escon-
El vehículo fue adquirido por el dida una china de marihuana. Fue
Ayuntamiento específicamente tan rápida que apenas dio tiempo a
para la Unidad Canina con todas hacer la foto. Recibió su mordedor
las comodidades posibles para las y los saltos y carreras demostraron
tres agentes perrunas. Solo con su alegría.
verlo, ya saben que se ponen en Tras unos momentos de juego Thai tiene un
marcha para trabajar y sus miradas volvió a su “casa” a descansar. alto instinto de
búsqueda y gran
penetrantes no se desprenden de La tercera en escena es la “be- predisposición
los ojos de su guía esperando ser la (Continúa en la página siguiente) al trabajo
elegida para salir a jugar.
“Redada” en colegio
Hoy la rutina ha cambiado. Ante la
visita de LADRIDOS para verlas en
plena acción, su destino ha sido
una playa casi desierta por la época
del año y la situación de pandemia
que vivimos.
La primera en salir fue Zara, una
perra de nueve años que se hizo fa-
mosa el año pasado cuando fue a
un instituto a una exhibición entre
los escolares e hizo una redada que
acabó con tres alumnos expulsados
por llevar droga en sus mochilas.
“Zara la adopté cuando tenía seis
meses de una familia que no podía
hacerse cargo de ella. Vi que tenía
cualidades para trabajar y la prepa-
ré”, matiza Luque.
Quizás por ser la mayor, y la que
más tiempo lleva con José Luque,
es la que demuestra una mayor
simbiosis con su guía. Trota por la
espalda del policía como si fuese
un paseo. Sus ojos no se desvían
de los de su binomio y un leve mo-
vimiento de su mano es suficiente
para saber lo que tiene que hacer.
Con ella y con Lucky, un pastor
alemán ya jubilado, comenzó Lu-
que la Unidad Canina marbellí en
2012, por lo que esta malinois tiene
muchas búsquedas a sus espaldas
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