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LA OPINIÓN






        Lupus Familiaris), que es la versión
        “neoténica” de ese  antecesor.  La
        neotenia es la retención de rasgos                                       EL TODO PEOR QUE LAS PARTES
        juveniles en animales adultos, que                                       Dos hermanas caninas fueron com-
        influyen genéticamente tanto en la                                       pradas a la vez, no se separaban para
        conducta como en el fenotipo.                                            nada. Fueron educadas y trabajadas
          Algo es evidente en todos los que                                      juntas, y unidas se potenciaban, una
        amamos, trabajamos y estudiamos                                          vez que se ponían en marcha era difícil
        sobre perros: estos animales pare-                                       desarticularlas.
        cieran ser cachorros durante toda                                        Estaba claro que trabajarlas juntas
        su vida. Siempre están dispuestos                                        era peligroso y había que cortar ese
        para jugar y salir a explorar. Para                                      circuito de retroalimentación.
        ellos todo lo que hacemos y decidi-                                      La primera separación fue en el
        mos es maravilloso, lo mismo que                                         transporte hacia el parque. La propie-
        perciben nuestros hijos, hasta cier-                                     taria fue reacia a ello, lo que le dio al
        ta edad.                                                                 adiestrador las primeras pistas de por
          A consecuencia del aluvión de in-                                      qué siempre estaban juntas.
        vestigaciones sobre perros de los                                        Cuando llegaron al parque, la dueña
        últimos años comencé a replantear-                                       insistió en que para trabajar por se-
        me el concepto de “humanización”,                                        parado, primero deberían jugar juntas
        que utilizamos los entrenadores con                                      una media hora.
        frecuencia, para cuestionar a nues-                                      Montenegro comprendió que el pro-
        tros clientes frente a algunos pro-                                      blema era que estas dos perras habían
        blemas de conducta de sus perros.                                        estado juntas desde su concepción,
          No había entendido aún que “hu-                                        y que a lo sumo solo habían estado
        manizar” no es un problema, es in-                                       separadas en toda su vida media hora.
        evitable. Lo que mis clientes sentían                                    La dueña le confesó que en su familia
        por sus perros, no se podía cues-                                        por ambas partes todos son mellizos.
        tionar ni modificar y comprendí que
        tenía que encontrar la forma de re-
        solver ese conflicto, respetando
        esos sentimientos. Todo esto me
        ha ayudado a establecer un nuevo
        paradigma de trabajo, en el cual los
        perros, con sus particularidades:
        razas, edades, conductas variadas,
        son funcionales a lo que desean, su-
        fren, o necesitan los humanos a los
        cuales están unidos por un vínculo.
          Trabajando con este modelo, los
        problemas de conducta de los pe-
        rros adquieren un significado distin-
        to, puesto que están vinculados a
        las historias de vida de sus dueños,
        a sus pasados, presentes y futuros.
        Y están relacionados de manera tal,
        que necesitan de la participación
        activa de todo el sistema para ser
        gestionados, incluyendo al entre-
        nador. En esta relación, es posible
        ejercitar los límites, la tolerancia a
        la frustración, la empatía, aprender
        a amar o volver a amar. Todo en un
        juego de roles y ante la inesperada
        paradoja de aquél que, creyendo
        estar entrenando, termina involun-
        tariamente “siendo entrenado”.




        Nº 36 febrero 2020                                                                      LADRIDOS   33
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