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Un estudio de dos universidades británicas relaciona el rechinar los dientes con daños neurológicos 

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El bruxismo canino se caracteriza por rechinar los dientes de lado a lado. Por lo general, se acompaña de un sonido chirriante, aunque no siempre. Suele ser un síntoma común de dolor o de estrés oral y siempre se pensó que su origen era algún problema odontológico. Ahora se descubrió que también puede indicar una lesión cerebral seria en el animal.

Por M. ARAMBARRI

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Tres investigadores veterinarios del hospital para animales pequeños, Royal (Dick) School of Veterinary Studies, de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido, se plantearon el objetivo de investigar si el bruxismo en perros despiertos podría estar asociado con lesiones cerebrales.
Para ello seleccionaron a varios perros que, entre 2010 y 2021, demostraron bruxismo episódico mientras que eran examinados u hospitalizados por otras causas, así como durante una resonancia magnética o tomografía computarizada del cerebro, siendo excluidos del estudio aquellos animales que rechinaban los dientes como consecuencia de crisis epilépticas.
En los seres humanos, el bruxismo es un signo clínico que representa una actividad muscular masticatoria repetitiva caracterizada por apretar o rechinar los dientes, ortesis o empuje de la mandíbula o ambos. Tiene dos manifestaciones distintas: puede ocurrir durante el sueño (indicado como “bruxismo del sueño” [SB]) o durante la vigilia (indicado como “bruxismo despierto”). El más generalizado es durante el sueño y está asociado a factores sociopsicológicos. Mientras que rechinar los dientes estando despierto se considera raro.
En la ciencia veterinaria, este último, según los investigadores, se ha hecho referencia a él en informes de casos que describen una variedad de signos neurológicos como ataques epilépticos, intoxicación por carbofurano, hipersialosis idiopática, lipofuscinosis ceroide neuronal o leucodistrofia de células globoides, pero nunca en sentido contrario, es decir, al observar el bruxismo descubrir posibles daños neurológicos anteriores.
Los perros seleccionados para el estudio eran de las razas labrador, bóxer, gran danés y mestizos. Todos estaban esterilizados o castrados, y un 75% de ellos eran hembras. En un 50% de ellos los dueños fueron los que observaron que sus perros rechinaban principalmente en reposo, y en la otra mitad, fueron los veterinarios. En todos los casos “el síntoma fue episódico y ocurrió aleatoriamente durante el día, sin que se identificase ningún factor desencadenante. Todos los perros dejaron de rechinar los dientes inmediatamente si se distraían y estaban conscientes y respondían a sus nombres durante los episodios de bruxismo”.
Todos estos animales tenían lesiones en el cerebro anterior con afección directa o indirecta del diencéfalo. Los diagnósticos clínicos de los canes incluyeron sospecha de MUO; de glioma; complejo de anomalía cerebral congénita con adipsia primaria y masa intraventricular.

Diferente al castañeteo
El bruxismo no debe confundirse con el castañeteo de dientes, que describe un movimiento vertical involuntario de la mandíbula que puede ser un temblor mandibular rítmico o un temblor mandibular episódico en perros de mediana edad a viejos. Tampoco con movimientos no rítmicos (p. ej., contracciones mandibulares como parte de automatismos oroalimentarios en crisis epilépticas, masticación mandibular como signo de trastorno conductual del sueño con movimientos oculares rápidos o contracciones de hiperexcitabilidad de nervios periféricos en intoxicaciones. En el bruxismo despierto el movimiento de la mandíbula por lo general no es tan amplio como para involucrar a la mayoría de los músculos masticatorios (es decir, apertura y cierre obvios de la mandíbula), razón por la cual el bruxismo es clínicamente diferente de la masticación de la mandíbula, el castañeteo de los dientes y el temblor de la mandíbula, espasmos o mioclonía. El sello distintivo del bruxismo es el característico sonido chirriante o crujiente que se produce como resultado del frotamiento de los dientes.

 

Como conclusión del estudio los investigadores proponen que “la presencia de bruxismo en vigilia debe despertar la sospecha clínica de afectación del cerebro anterior en perros y, más específicamente, de una lesión que afecte el diencéfalo, la corteza frontal o ambos”

Llagas en el hocico
El rechinar los dientes es causado principalmente por dientes mal alineados. A menudo, esto es de naturaleza genética, aunque las llagas adquiridas o lesiones en el hocico pueden dar lugar a un fenómeno similar. El estrés también es un factor que contribuye como en el caso del bruxismo humano. El malestar gastrointestinal también produce bruxismo y se acompaña de episodios de falta de apetito o vómitos.

Los datos
50% de los casos los dueños descubrieron el bruxismo en la vigilia en sus perros

(Páginas 12 y 13)

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