Primera condena por criar cachorros con perros adoptados
La ahora condenada, Nicola Palmer, de Adams Place, Kesgrave, en Reino Unido, se sometió a mediados de enero en lo que se considera el primer juicio penal por venta ilegal de cachorros provenientes de una adopción y fue condenada de forma rápida al aceptar ante el tribunal que vendió a los perros sin tener ningún tipo de licencia para ello. Nicola Palmer ha sido penada con libertad vigilada durante 12 meses y con multa de 241 libras por no esterilizar a dos perros adoptados y lucrarse con 300 libras por cada una de las diez crías de la camada vendidas por Internet.
Por Óscar REKALDE
El dictamen judicial contra Palmer es un gran éxito para las organizaciones que rescatan animales abandonados y les buscan un nuevo hogar a través de un contrato de adopción en el que las nuevas familias se comprometen a esterilizar al perro si no es entregado ya castrado.
Las protectoras suelen hacer un seguimiento de los perros que entregan, y especialmente del compromiso de esterilizarlos, pero a veces resulta difícil comprobar que no se usan para la cría, sobre todo en el caso de los machos.
Sofía Muñoz, responsable de Adopta K9, la principal organización sin ánimo de lucro que se encarga en nuestro país de buscar familia a la mayoría de perros jubilados de los Cuerpos Policiales donde el 95% no está castrado, indica en declaraciones a LADRIDOS que “nosotros no exigimos que se castren, los adoptantes firman en el contrato su compromiso a no criar con el perro, pero el estricto proceso que seguimos para elegir a la familia hace difícil que se nos cuele algún irresponsable”.
Además, Adopta K9 hace un seguimiento de por vida, aunque reconoce que con perras es más fácil, “en machos es más complicado, lo de la castración lo deciden los adoptantes, siempre guiados por su veterinario, no es lo mismo castrar a un perro de un año que a uno d 13”, matiza.
Otro sistema que usan las asociaciones de protección de los animales para asegurarse de que los animales que salen son esterilizados es hacerlo a través de sus veterinarios. “Nosotros en la Camada, los perros salen adoptados ya castrados, pero por si alguna causa no es así, como por ejemplo que sea muy cachorro, los adoptantes entran en una lista de espera de nuestro veterinario que es quien los llama y les da cita para la operación. En el caso de que haya algún problema nos avisa y hacemos el seguimiento. El compromiso de esterilización corre a nuestro cargo y estamos muy pendientes de ello”, indica Susana Martínez.
Similar proceso se sigue en la Protectora de Asturias, donde primero se castra el animal y luego se da en adopción. “Si es un cachorro de menos de 6 meses, sale con fecha de cirugía que está pagada con la adopción y como no supone costo para la familia no tenemos problema en general, aunque a lo mejor una persona al año da un poco de lata, pero vamos, nada muy reseñable”, explica a LADRIDOS, la responsable de la protectora Alejandra Mier.
En Proyecto Cañada, asociación que rescata perros de la Cañada Real, el mayor asentamiento chabolista urbano de Europa, también entregan los perros ya esterilizados, pero por la singularidad de sus animales, muchos de ellos no pueden ser operados por estar bajo tratamientos que lo desaconseja. Aunque las familias firman su compromiso de castrarlos, “no se pone el chip a su nombre hasta que no esté castrado, momento en el cual le damos la cesión plena del animal y hacemos el cambio de nombre del dueño”, indica a esta revista Sonia Álvarez.
Nicola Palmer pudo saltarse todos los controles impuestos por Phoenix Rehoming porque además de colaborar como voluntaria en la organización adoptó a dos perros, Esme y Diesel, cuando eran cachorros, apenas tenían cuatro meses, “demasiado joven para ser castrados, todos los cachorros son adoptados bajo contratos de esterilización, pero Palmer crio a su cachorro adoptivo y vendió los perros por Internet, alegando que eran cruces italianos de whippet. Nosotros la denunciamos, porque además Esme tenía solo 10 meses cuando dio a luz a 10 cachorros”, señalan desde Phoenix Rehoming.
Cuando la protectora descubrió en marzo que iban a nacer los perros, no pudo obtener una orden judicial para que Palmer no vendiera los cachorros debido a las dificultades en torno al primer cierre de Covid-19, pero los Servicios de Protección Animal entablaron la acusación que ha acabado con la condena.
Sarah Taylor, presidenta de Phoenix Rehoming, con sede en Hampshire, dijo: “Es un resultado fantástico que se haya hecho algo”. Taylor agregó que la demanda de cachorros se ha mantenido muy alta desde que comenzó la pandemia de coronavirus en marzo.
“Todavía estamos inundados de personas que quieren adoptar porque muchas personas nunca volverán a trabajar de la misma manera”, dijo.
La voluntaria condenada devolvió los dos perros a la protectora cuando recibió la denuncia, ahora “Tanto Diesel como Esme están de nuevo bajo nuestro cuidado y encontraremos un hogar para ellos”, matizó Taylor.
Europa exige medidas más restrictivas para la cría
¿Se puede considerar explotación sexual el uso de hembras para criar una y otra vez?
Criaderos ilegales: Rumba murió a los seis días
Los criadores de perros deberán aprender técnicas de psicología antes de vender un animal