Entre cuatro paredes tras un desahucio
En las protectoras siguen llegando perros procedentes de desahucios. Algunos, muy pocos, tienen suerte y sus dueños vuelven a por ellos cuando normalizan su situación. Pero la mayoría acaba solo, incluso dentro de una casa vacia y desangelada.
Por Carlos XESTAL
Según el INI, en el tercer trimestre de 2019 se han producido 5.775 embargos de viviendas frente a las 7.924 del trimestre anterior. Aunque es una bajada sustancial, un 23%, la cifra sigue siendo elevada. Y en esta realidad económica de penuria hay un dato que pasa desapercibido: la presencia y abandono de perros.
Los responsables de ejecutar desahucios de viviendas a causa de deudas generalmente con el banco que concedió la hipoteca, se encuentran ante situaciones de las más variopintas. Desde pisos destrozados, puertas atrancadas e incluso con candados, mobiliario lleno de “mierda” literalmente hablando… y perros solos gimiendo entre cuatro paredes desangeladas.
Según señala a LADRIDOS Susana Martínez de la protectora La Camada de Guadalajara desde donde han rescatado varios animales dentro de casas desahuciadas, dejados allí solos y encerrados, “me desahucian y lo primero que sobra es el perro, el gato o el animal. Suele ser lo más común, lo más raro es que se preocupen por ellos, son los menos”.
Estas situaciones llegan a las organizaciones de protección de animales por medio de la Policía, “que es quien nos avisa de que hay un animal que se ha quedado desamparado al tener que abandonar los dueños su vivienda habitual”. Pero también hay casos más extremos, en los que los voluntarios o responsables de las protectoras reciben la llamada de particulares ante la sospecha de que hay un perro abandonado. “A veces incluso nos avisan los propios vecinos porque oyen ladridos o maullidos en un piso desahuciado, y tenemos que mover muchos hilos para que nos dejen entrar a por el animal, no es tan fácil”.
Desde que comenzó la crisis económica y los desalojos de pisos se multiplicaron, a los refugios de animales llegaron personas a ceder su perro para que lo cuidasen hasta que pudiesen volver a por él, aunque esto no es ni mucho menos la generalidad del problema.
“Yo sé de algunos casos, pero muy poquitos, que han venido los propios dueños pidiendo si podían quedarse allí los animales hasta que ellos solucionasen su situación, y luego cuando han podido los han recuperado. Son los menos, normalmente me desahucian, no tengo donde meter al animal y es lo primero de lo que me deshago, y nunca más se sabe. Que vayan a verlos mientras que están en la protectora y luego los recojan es lo más raro, uno o dos entre ochenta”.
Los animales no entienden de economía de sus dueños, ellos están acostumbrados a vivir en familia y de repente se ven en la calle lejos de sus propietarios, por lo que es una fórmula más de abandono animal y como tal se denuncia, es la obligación de las entidades de protección animal.
Los malos de la película
“Ha habido veces que nos lo hemos encontrado, hemos llamado al dueño desahuciado y no quiere venir, es un abandono y lo hemos denunciado, encima nosotros somos los malos”, relata Susana. Si bien es cierto que un desahucio es una situación extrema para una familia que tiene que dejar atrás su casa por impago, la casuística revela que una de las primeras cosas que estorba es el animal, o por falta de medios para cuidarlo, o por no poder llevarlo al nuevo sitio o simplemente para aliviar la “mochila”.
“Nosotros no cogemos perros de particulares, no lo hacemos como norma, pero en casos extremos que el perro está en inminente peligro de abandono, sí que se recogen, aunque ya digo que los dueños no suelen traerlos, es la Policía o los vecinos que nos avisan”.
Una vez que se recoge un perro de una de esas casas vacías, primero se mira si tiene chip y se busca al dueño. Lo general es que los datos estén desactualizados o que en los teléfonos no haya contestación y no se pueda contactar, por lo que se difunde en redes sociales, y se espera los 21 días que marca la Ley, igual que cuando no tiene chip, “pero casi nunca lo reclama nadie, tras 21 días en custodia pasa a ser nuestra responsabilidad y ya se comienza con el proceso de buscarle adoptantes”.
Uno de estos perros ha encontrado hace pocos días familia a través de La Camada. Se trata de Babe, nacida en 2015 que en marzo de 2018 llegó al refugio de esta protectora en Guadalajara. “Vino proveniente de un desahucio, hace unas semanas ya se fue a su nuevo hogar, fue un perro abandonado en la vivienda, el animal estaba acostumbrado a vivir en una casa”.
Este ha tenido suerte, pero hay otros, bastantes que aún siguen esperando su segunda oportunidad. En la protectora Amics dels Animals de la Noguera, en Lérida, Lasi, sigue esperando familia desde febrero de 2019. Lasi llegó al refugio junto a Nuca, su propietario tuvo que abandonar el piso y ellas dos se quedaron en la calle. Su futuro es estar separadas, porque Nuca ya fue adoptada, pero Lasi sigue en el refugio. El desahucio fue su triple pesadilla: tuvo que abandonar su hogar, se alejó de sus dueños y perdió a su hermana perruna.
Abandono tácito en alquiler
Si un propietario abandonado su animal en una vivienda arrendada se supone que presta consentimiento para que se finalice el contrato de arrendamiento que le vincula con el arrendador ,y por tanto hay tácito y claro reconocimiento del abandono del animal.
Según la ley, lo que se deja en un piso alquilado cuando se entrega se considerarán bienes abandonados, y el dueño del inmueble puede quedárselos o tirarlo. En el caso de seres con vida, hay posibilidad de recuperación. Se comunicará al Ayuntamiento o a la empresa encargada quién asumirá su custodia, le pasará el lector del chip y contactará con su dueño. Se debe incoar e instruir expediente sancionador por abandono.
Por último en el acta, se debe reflejar la presencia del animal y la empresa que se haga cargo del animal, así como su número de microchip.
Fuente: Comision de Procuradores de Protección Animal
Posición 5ª
La ley establece que los bienes de un deudor se embargarán siguiendo este orden:
1-Dinero
2-Títulos o valores
3-Joyas u obras de arte
4-Rentas de dinero
5-Bienes muebles o semovientes (animales)
6-Bienes inmuebles
7-Sueldos, salarios o pensiones