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El subarriendo de perros de seguridad por parte de adiestradores, peligro para personas, perros o vigilantes 

perros de seguridad

Cada perro destinado a labores de seguridad debe conformar un binomio indisoluble con su guía y estar especializado en un servicio concreto. Todo lo demás, como alquilar o subarrendar perros, roza el maltrato, debería estar prohibido por ley y abre la caja de los truenos a agresiones. El subarriendo de animales a vigilantes por escuelas caninas para cubrir eventos donde es necesario evitar conflictos provoca situaciones peligrosas tanto para el perro, como para el personal o el público.

Por Emer IGLESIAS

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Lo primero que hay que tener claro es que la labor principal de un perro de seguridad es disuasoria. “Es una herramienta de trabajo y es la protección que le aportamos al vigilante de seguridad”, indica a LADRIDOS Ángel Mariscal, director de la prestigiosa empresa de seguridad con perros de nuestro país Security Dogs.
Los perros deben estar asignados a la propia empresa de seguridad, y, por supuesto, ser del vigilante. “Con nosotros el que quiera trabajar con perro, lo primero que necesita es una especialización y por supuesto que el perro viva con él, el número de TIP siempre tiene que ir unido a un número de chip”. Mariscal, cuya empresa tiene asignada la seguridad en el Santiago Bernabéu, de los recintos de Metro de Madrid, del tranvía de Parla o de eventos o fiestas de numerosos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid o de Toledo, es tajante con el subarriendo de perros. “En mi empresa no pueden intercambiarse perros con guías, eso es una chapuza, es lo que se llama subarriendo a terceros, es un sistema ilógico que hasta ahora lo explotan los adiestradores porque las empresas de seguridad no saben de perros”.

Furgón de aquí para allá
Como ejemplo de este disparate el director de Security Dogs nombra algo que ocurrió hace unos días en Madrid: “el otro día me enteré de que un furgón iba lleno de perros que los llevaban de un servicio de un centro comercial a trabajar a un estadio, eso es una locura, en el centro comercial los cogieron unos vigilantes y en el estadio otros. Primero están haciendo doblar a los perros, lo que ya roza el maltrato, y no tienen ni idea ni del servicio que van a desarrollar ni el perro ni el vigilante, es una chapuza y un peligro”, matiza.
El origen de estos subarriendos, en una época en la que prima lo “low cost” por encima de todo está claro para Mariscal: los adiestradores buscan su negocio y “se aprovechan de la falta de conocimiento de las empresas de vigilancia sobre el perro. Debería estar prohibido por ley, por suerte ya hay algunas empresas fuertes de seguridad que han comprendido esto y no permiten que en sus empresas haya subarriendo”.
Las consecuencias de forzar a los perros a trabajar tropecientas horas, a no estar preparados ni especializados para servicios concretos y a acabar alquilados al mejor postor son, entre otras, “poca unión entre vigilante y perro, que el perro pueda morder al vigilante, que muestre comportamientos agresivos, el estrés que le genera a un perro el ir con una persona que no conoce y que no tiene ningún tipo de vínculo, es una salvajada, y cuando pasa algo entonces nos lamentamos”.
Security Dogs lleva más de quince años trabajando con binomios de seguridad vigilante-perro y está considerada la empresa más prestigiosa del sector en nuestro país. Además de imponer que cada perro siempre va con el mismo guía, con el que vive en su casa desde cachorro hasta el final de sus días, fue pionera en establecer la especialización de estos binomios de seguridad sobre una base de adiestramiento.
“No es lo mismo ir a un estadio, que a un evento de publicidad, que a unas fiestas de un pueblo o a un huerto solar. Cada perro y cada vigilante, sabe exactamente lo que se puede encontrar, cómo tiene que actuar, cuándo intervenir. Su función siempre es disuasoria, la ausencia de violencia, y así es, donde hay uno de estos binomios, o más de uno, no hay conflicto, los ayuntamientos lo saben y por eso nos llaman. Con los perros no pasa nada porque nos anticipamos, los perros abren camino enseguida, pero claro, un perro especializado”.

Requeteentrenado
Por ejemplo, en el Estadio de fútbol cuando vamos al Bernabéu, “lo primero que hacemos es formar en fila los 20 vigilantes con los 20 perros, eso está requeteentrenado, no podemos llegar al estadio y soltar a 20 perros, como pretenden hacer los que los alquilan”.
“Es un disparate los perros low cost, en realidad lo que están haciendo primero es no pensar en el perro sino en su beneficio económico, y después dar un mal servicio al cliente, cuando un perro muerde, o un perro se le escapa o pasa algo, todos caemos en el mismo saco. Para los adiestradores es un nicho de mercado, es un gran error”.

 (Páginas 6 y 7)

 

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