El verano entraña una decena de peligros para los perros, algunos de ellos mortales
Los termómetros están ya en máximos y el agua es nuestro mejor aliado, ya sea en forma de playa, piscina, botellas frías para beber o aire acondicionado. Pero ojo, los riesgos del verano para nuestras mascotas no son solo un golpe de calor o quemarse las patas, hay que tener en cuenta todos. Una decena de problemas acechan a los perros con la subida de las temperaturas. Desde el típico golpe de calor o abrasarse las almohadillas, hasta las abejas o garrapatas, pasando por otitis incurables o alergias, entre otros.
Por M. ARAMBARRI / Fotos: Gretta Gunter
Es normal que estos días nos avisen de los peligros de nuestras mascotas por las altas temperaturas. El tan temido golpe de calor, o una acera o asfalto que quema hasta a la vista son los dos riesgos que más nos aconsejan evitar. Pero, por desgracia, el verano es mucho más y entraña una docena de peligros para los perros que pueden pasar desapercibidos.
Otitis
El agua es el compañero ideal contra el calor, pero no está exento de riesgos. Nadar en lagos, piscinas o playas puede aumentar el riesgo de infecciones de oído en los perros. Cada vez que salga del agua es aconsejable secarle las orejas a conciencia para evitar una otitis, que puede llegar a ser incurable.
Pulgas y garrapatas
Las altas temperaturas nos hacen buscar sitios fresquitos donde nuestros perros puedan disfrutar corriendo sobre hierba húmeda. En estos lugares, las pulgas, y especialmente las garrapatas, están al acecho de los animales que pasen para subirse a su cuerpo. Al pasear por sitios de frondosa hierba, primero es conveniente usar productos para la prevención de estos insectos, y luego revisarlos bien para quitar todas las que hayan conseguido subirse.
Quemaduras
El mejor protector solar para un perro es su pelo y su piel. Raparlo en verano es uno de los mayores errores que cometen muchos dueños, creyendo que así tendrán menos calor. Las quemaduras están aseguradas.
Alergias
Las plantas, ya sean secas o verdes, proliferan por donde suelen correr los perros, incluso en nuestro jardín. Muchas producen alergias a los perros y hasta pueden ser hasta incompatibles con ellos. Es importante ver los listados exhaustivos de plantas perjudiciales.
Deshidratación
Si durante todo el año el agua debe estar todo el rato a disposición de nuestras mascotas, en la época estival es imprescindible. Hay que cambiar constantemente el agua de sus recipientes para que esté limpia, la deshidratación es un riesgo que hay que curar.
Mosquitos
Los mosquitos proliferan en verano, y buscan como locos donde picar en busca de su alimento preferido: la sangre de humanos o animales. Estos pequeños insectos transmiten una serie de enfermedades, pero la más común es el gusano del corazón. Como su nombre indica, el gusano del corazón afecta el corazón de su mascota y puede ser potencialmente mortal. La mayoría de los medicamentos contra pulgas y garrapatas también protegen al perro del gusano del corazón.
Abejas
Las abejas, son otro insecto muy peligroso para los perros, que como animales curiosos puede suceder que metan su hocico en un panal lo que le expone a muchas picaduras dolorosas y posibles infecciones.
Almohadillas
A las horas de más sol, el asfalto de las calles brilla y quema hasta a los ojos. Las almohadillas de los perros no están preparadas para estas temperaturas, por lo que hay que vigilar especialmente dos cosas: las horas que salgan a la calle y el tipo de piso al que se enfrenten.
Atropellos
Viajar en coches en época de vacaciones es cotidiano para muchos ciudadanos. Las carreteras comarcales o secundarias se llenan de automóviles que acaban siendo un peligro para los perros que suelen correr mucho más libres en verano. Ni qué decir, que el mayor peligro es dejar al perro en el coche cuando hace calor, en pocos minutos puede llegar a morir de un golpe de calor.
Golpe de calor
Los perros tienen dificultad para disipar el calor porque no tienen glándulas sudoríparas como nosotros y deben refrescarse jadeando y sudando a través de las almohadillas de sus patas. Si el perro no puede mantenerse fresco y alcanza una temperatura de 40 grados, puede sufrir un golpe de calor, una afección potencialmente mortal. Los síntomas incluyen jadeo intenso al respirar rápidamente. El perro también puede babear en exceso y la piel puede estar caliente al tacto.
(Páginas 8 y9)
Ojo, que la playa no es tan buena para los perros