El pastor blanco suizo prefiere estar con sus dueños en el salón que solo en el jardín
Blanco y de eterna sonrisa, apegado a la familia, estuvo a punto de extinguirse, ahora goza de envidiable salud.
Primo hermano de origen común con el pastor alemán, repudiado en Europa por creer que era albino, fue en Estados Unidos donde comenzó su fama para luego volver a Suiza y allí ser recuperado del injusto olvido.
Por Miguel PELE
En nuestro país el público puso sus ojos, como ocurrió en Estados Unidos en el siglo XX en la gran pantalla, por series como “Juego de tronos”, lo que hizo que mucha gente descubriera la raza, con ese blanco tan llamativo.
Por eso, el Club Español del Pastor Blanco Suizo (CEPBS) quiere fomentar la raza mediante una cría responsable, que está “recogida en un convenio en nuestra web para proteger a las madres y que no sean explotadas. El registro de la raza lo lleva la RSCE, donde se anotan unos 300 ejemplares con pedigrí. Los cachorros no se separan de la madre hasta los dos meses y medio o tres. Se entregan con todas las garantías: vacunas, pruebas de displasia y MDR1 y su identidad registrada”, aclara José Manuel del Cerro, vicepresidente del Club.
Los criadores del CLUB están ubicados en la zona centro, Cuenca y Madrid, y en el norte Burgos, León y Salamanca, La Rioja, pero también en levante y Sevilla. Son pocos criadores en España y en el club hay 16 socios.
Cuando preguntan por un cachorro de pastor blanco suizo, los criadores siempre se interesan por su futuro, intentando conocer para qué función se va a destinar y elegir el que se amolda más a sus características, tanto si es para compañía como para agility o cualquier otro deporte, pues son perfectos para esto. “Es un perro idóneo para vivir en familia, tanto en el monte como en ciudad, eso sí, hay que cubrir sus necesidades, que suelte esa energía para evitar que el estrés le lleve, por ejemplo, a morder las sillas”.
Con este trato directo con las familias, tras una cría responsable, antes de cruzarlos, acuden a exposiciones para que los jueces digan su opinión sobre el perro, buscan que sea también una compra responsable, aconsejando a los futuros dueños sobre los cuidados y las necesidades de esta raza. Por ello, a los que van de compra compulsiva y no se preocupan por la calidad de vida del perro es un motivo de rechazo para vender un cachorro.
Una bella estampa
Si hablamos de morfología llama la atención su color blanco, único en el estándar, en pelo largo y semilargo, con su amplio collar y cola de sable. Al ser blanco,” una de sus características es que tiene una ligera capa de grasa y si se mete en el barro, lo dejas que se seque y con un cepillo lo dejas de nuevo de su color, por lo que no hay que lavarlo”.
Los ojos son marrón oscuro y la trufa y labios negros . Es curiosa, también, esa expresión de alegría de su boca, entre lobuna y zorruna, que da idea de un perro amigable. Su línea dorsal completamente recta hace que sea un perro perfecto para cualquier labor de trabajo y especialmente sano, sin ninguna dolencia congénita. ”Es una raza muy versátil y puede satisfacer a su dueño en cualquier función o utilidad que se le dé al perro”.
Su temperamento le lleva a estar atento a cualquier circunstancia que le llame la atención y reacciona inmediatamente. Al ser pastor también está “muy apegado a su dueño y cuando sale a pasear tiende a que toda la familia vaya junta, pastoreando a los que se adelantan o a los rezagados. Es un perro sensible. Como positivo es apasionado con su dueño y en la familia, de los que prefieren dentro de la casa y no en el jardín. Por contra, esa sensibilidad hay que trabajarla desde pequeño haciendo una sociabilidad bien trabajada para que no sean temerosos”. Esta línea es la que actualmente están trabajando, para evitar esa posible desconfianza cuando llegan a ser adultos.
Como perro pastor, su función es vigilar y avisar al pastor de que hay algún peligro, no se trata de un perro guardián, que sí debe ser desconfiado con los extraños. Lo más valorado en estos perros es que quieran formar parte del grupo y trabajar con la familia. No obstante, “un macho de esta raza, con 40 kg emite un potente ladrido que intimida a los extraños, pues se han medido 108 decibelios en un ladrido”, concluye del Cerro, vicepresidente y criador del pastor blanco suizo.
Un poco de historia
Es originario de la zona alemana de Turingia y Baviera. Elegían los perros de color blanco para poderlo distinguir por la noche. Al principio tuvo una línea originaria con el pastor alemán. De Europa saltó a Estados Unidos, donde se consolidó y muchos de ellos se hicieron famosos en el cine, mientras en Europa se asoció ese color al albinismo, por lo que se fueron descartando en la cría. Llegaron casi a su desaparición. Pero a finales de los 70 del siglo pasado trajeron un ejemplar a Suiza y comenzaron a recopilar perros blancos y en los años 90 la sociedad canina suiza lo reconoció como raza. Consiguieron ocho líneas de sangre y su estándar y con ello la recuperación de esta raza.
A comienzos de este siglo fue reconocido por la FCI, denominándolo suizo por ser este país donde se consiguió recuperar y fijar la raza con el estánar número 347. En España, el pastor blanco suizo llegó en los primeros años del siglo y el club español de este perro blanco se creó en 2005, pasando en 2012 a ser club amigo de la RSCE. Ahora quieren seguir con su recuperación y evitar esa fama que hizo tanto daño a otros perros que hoy son tan abandonados.
(Páginas 26 y 27)
Pastor garafiano, el gran desconocido