Los perros con ocho vértebras lumbares ya no podrán ser militares al tener predisposición a sufrir artritis
La doctora Aurora Jiménez Cebrián, que centra su investigación actual en las lesiones musculares y osteoarticulares asociadas al deporte y utilidad de los perros del Ejército, insistió en su conferencia en que los perros que nacen con ocho vértebras lumbares en lugar de siete a los dos años “tienen artrosis y los ejercicios les provocan daños irreversibles, por lo que no los damos de alta aunque sean muy buenos para el trabajo”. La comandante Cebrián, que pertenece al Centro Militar Veterinario de la Defensa, lo anunció en el foro Futurpaws organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera
Por Emer IGLESIAS
La Comandante Cebrián centró su intervención en la aparición de osteoartritis en los perros de trabajo del Ministerio de Defensa, una enfermedad que calificó de articular degenerativa que no tiene cura pero sí tratamientos paliativos.
“Esta enfermedad suele afectar a los perros cuando tienen tres años, justo cuando ya se acaba el periodo de entrenamientos y vemos que no son idóneos para el trabajo en las Fuerzas Armadas”, matizó Aurora Jiménez ante los asistentes a la jornada sobre el futuro de los perros en la sociedad.
“Es una enfermedad degenerativa que no tiene cura aunque sí tratamiento, puede llegar a afectar hasta el 20 de los perros destinados al trabajo”.
Uno de los signos que pueden indicar que alguno de estos animales acaben desarrollando la enfermedad es que de manera congénita nazcan con ocho vértebras lumbares, en lugar las siete que tienen los perros. Es lo que se conoce como una vértebra de transición lumbosacra (LTV), que no es necesariamente una enfermedad con signos clínicos de enfermedad, sino una estructura ósea con la que nace un perro.
Hasta ahora, los perros con ocho vértebras lumbares eran aceptados en el Centro de la Defensa. Pero tras observar que muchos de ellos a los dos años ya presentan problemas de artrosis, de crecimiento, cojeras, inflamaciones de los nervios, dificultades para caminar... Defensa ha decidido no darles de alta en su registro de perros de trabajo, “por muy buenos que sean y demuestran grandes actitudes para el trabajo”, matizó Cebrián.
La doctora veterinaria, cuya investigación actual se desarrolla en el diagnóstico y tratamiento de la discoespondiloartrosis canina, así como en lesiones musculares y osteoarticulares asociadas al deporte y utilidad de los perros del Ejército, ofreció una panorámica en torno a la artrosis canina y la importancia de su control en perros de las Fuerzas Armadas.
Como principales tratamientos una vez que se detecta esta enfermedad en los perros militares, la comandante indicó una terapia conservadora dirigida sobre todo al control del dolor, centrada en un ejercicio siempre controlado, en una dieta equilibrada, en una medicación específica como son los AINES, los antiinflamatorios no esteroideos, los convencionales que actúan sobre las isoenzimas de la ciclooxigenasa la nueva clase de AINEs, Pripants, que actúan sobre los receptores EP4. Todo esto además de ejercicios de fisioterapia acordes al nivel de afectación que muestre cada perro.
Según los últimos estudios sobre la existencia de esta octava vértebra lumbar, para determinar si un perro tiene o no LTV es necesario realizar una radiografía. La longitud del cuerpo, el ángulo de la pelvis, la angulación del corvejón o cualquier otra cosa en presencia del perro no dan ninguna indicación de cómo se forma el sacro. Incluso puede ser que un perro con 8 vértebras lumbares tiene exactamente la misma cantidad total de vértebras que un perro con 7 vértebras lumbares. ¡Es sólo que una vértebra lumbar ha tomado la forma de otra vértebra!
30 vértebras
Una columna canina normal consta de 7 vértebras cervicales (C1-7), 13 torácicas (T1-13), 7 lumbares (L1-7) y 3 sacras (S1-3), lo que da un total de 30 vértebras. El cálculo comienza desde la primera vértebra torácica (T1). El número de vértebras caudales (CD) varía.
El sacro conecta la columna lumbar con la pelvis. Es parte de la pelvis y se encuentra entre la columna lumbar y la cola. El sacro es fuerte, de forma triangular y se encuentra entre los huesos de la cadera. El sacro normal consta de tres segmentos vertebrales fusionados; S1, S2 y S3.
La prevalencia del LTV en razas de perros oscila entre el 0% y el 40%. La prevalencia más alta, del 40%, se encuentra en perros de razas grandes o medianas.
¿Raíces nerviosas unidas?
En los seres humanos, las raíces nerviosas lumbosacras suelen estar unidas y los signos de dolor pueden estar asociados con esta anomalía. Hasta ahora no se conocía si esto también suele pasar en perros. Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Países Bajos y de la Autónoma de Barcelona y publicado en enero, ha puesto de manifiesto que una resonancia realizada a un perro con hiperestesia lumbosacra destapó que la unión de las raíces nerviosas son una fuente dolor en los canes y “puede ser un desafío diagnosticar anomalías de las raíces nerviosas preoperatoriamente con diagnóstico por imágenes debido al desconocimiento de la anomalía y porque las anomalías de las raíces nerviosas pueden imitar otras patologías con diagnóstico por imágenes”.
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Los perros militares recibirán las órdenes a través de gafas