EN PRIMERA PERSONA
El border collie de tres patas que practica Disc Dog
Por Jonathan MANZANO
Bai vagaba por un campo de Alicante. Sólo y abandonado en pésimas condiciones de salud. El azar hizo que se encontrase con Ignacio Aguilar Sebastián, un veterinario de la zona que decidió incorporar al animal en su hogar. Su recuperación no ha sido fácil, teniéndole que amputar hasta una extremidad. Sin embargo, la energía de Bai es infrenable. A día de hoy practica disc dog en sus ratos libres.
Bai es un border collie de cuatro años y medio que vagaba por el campo sin collar ni microchip, sin nadie que pudiera hacerse cargo de él y que estaba en unas pésimas condiciones de salud. Presentaba una gran herida en la extremidad delantera izquierda que le impedía caminar correctamente. Fue entonces cuando se encontró con Ignacio Aguilar, quien lo trasladó al hospital veterinario donde trabaja, en San Vicente del Raspeig, Alicante.
En el centro pudo comprobar, con la ayuda de un compañero de profesión, el estado de salud del animal. Los resultados fueron negativos. Bai no presentaba sensibilidad en la extremidad afectada, debido posiblemente a una lesión del nervio radial que inerva dicha zona.
Aunque a día de hoy siguen desconociendo las causas que motivaron al abandono de este perro, por la raza y lugar por el que le encontraron, Ignacio Aguilar cree que podría pertenecer a algún pastor de la zona que decidió abandonarlo a su suerte. “Seguramente al ver que tenía una lesión y no poder servirle para trabajar, decidió no ocuparse de él y abandonarlo”.
Tras más de cinco meses con medicación para aliviar el dolor, curas locales y rehabilitación en su centro de fisioterapia de la localidad, su situación no mejoraba. Bai no sentía estímulos y la pata estaba completamente atrofiada, por lo que optaron, tras meditarlo mucho, por amputar dicha extremidad.
“El mismo día que se operó, me lo llevé a casa. Fue increíble, él estaba muy feliz, era como si le hubieran quitado un peso de encima. No presentó molestias durante su recuperación y cicatrizó perfectamente. A las semanas siguientes ya ni se le notaba la cicatriz, de hecho hoy en día mucha gente me pregunta si nació así” explica Ignacio a LADRIDOS.
Antes de la cirugía, su rehabilitación fue más exigente, ya que lucharon hasta el último momento por impedir la amputación de la extremidad. Pero tras la operación, Bai únicamente necesitó estiramientos, masajes de cuello y algunas sesiones de Aqua Treadmill en el hospital veterinario para fortalecer y compensar la musculatura. “Hay que entender que antes de la cirugía, Bai llevaba 5 meses caminando sobre 3 patas, con un peso extra de 3,5 kilos”. Actualmente, sobre todo le tratan el cuello. Es normal que tenga alguna contractura y por eso, cuando están en el domicilio por la noche en el sofá, Bai acerca el morro a la mano de Ignacio para recordarle que le toca su sesión de fisioterapia. “Le gusta mucho el agua y todos los meses nadamos en la playa o en el Aqua Treadmill”.
"Antes de la cirugía, Bai llevaba cinco meses caminando sobre tres patas y un peso extra de 3,5 kg"
Aunque necesitase un tiempo de adaptación, esta situación no ha condicionado la vida diaria de Bai, ya que “el mayor factor limitante de este problema, es la propia persona”. Los perros tienen una gran capacidad de superación y siempre acaban demostrando que el vínculo con su guía es el motor de su vida.
“Desde luego, necesitan un tiempo de adaptación, pero tarde o temprano lo consiguen. Por norma general, los perros pequeños se manejan mejor que los perros de mayor tamaño, y es muy importante controlar regularmente el peso y evitar que engorden”.
La amputación de la extremidad delantera izquierda tampoco afectó la capacidad de interacción de Bai con otros perros. “Cuando paseo con Bai, hay personas que de primeras no dejan a sus perros jugar con el mío, porque no quieren hacerle daño, pero les doy rienda suelta y les invito a que les dejen jugar juntos. Cuando les ven jugar, se quedan siempre con la boca abierta”.
Antes de operarlo, Ignacio era más cauto, e intentaba limitar la actividad física del animal. Pero, ¿quién puede limitar a un perro? “Aunque tenga 3 patas, no deja de ser un Border Collie y eso lo lleva en los genes”.
"El mayor factor limitante que presenta este problema es la propia persona"
Al principio jugaba especialmente a la pelota. Sin embargo, cuando jugaba con él a la pelota, le parecía que se le quedaba pequeño. Fue entonces cuando decidió enseñarle el disco y es, desde entonces, su juguete favorito. “Es una disciplina muy completa que combina el Agility y la Obediencia, permitiendo una gran interacción entre el perro y la persona”.
Desde que le enseñó el disco, Bai practica disc dog, disciplina que combina Agility y Obediencia
Junto a estas actividades, también realizan pequeñas rutas de Canicross de 4 km cuando las condiciones climatológicas lo permiten, ya que “prefiere correr a andar, porque el tranco del galope es más largo que el del paso, así que va a todos lados corriendo”.
Hoy en día, la medicina veterinaria ha avanzado mucho en el campo de la neurología y de la rehabilitación, y nuestros amigos de cuatro o tres patas, están siempre dispuestos a luchar para sorprendernos. “Mientras el perro no sufra, no hay que tirar la toalla. Puede que sean diferentes estéticamente, pero si no les falta nuestro cariño, a ellos no les faltarán ganas de seguir caminando”.