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Exhibición de perros militares de seguridad, estupefacientes y explosivos 

CEU Futurpaws Valencia 

 

Explosivos, estupefacientes y seguridad son las especialidades de la sección cinológica de este batallón que comenzó en 2008 con ocho canes y tres guías y ahora cuenta con 15 perros y 11 guías, de los que solo una es mujerTres guías caninos de los 11 que hay en el batallón de la Policía Militar de Valencia, entre ellos la única mujer, demostraron la efectividad de los binomios en su lucha contra la delincuencia en el foro Futurpaws

Por E. IGLESIAS

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Son las 11 de la mañana y tres guías de la Sección cinológica del Batallón de Policía Militar I (BPMI) de Bétera (Valencia) están preparados en los jardines del Paraninfo de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia.
Su objetivo: demostrar como los canes son una ayuda imprescindible en la lucha contra la delincuencia. En una furgoneta blanca estacionada junto a la chimenea, tres sospechosos en el interior no están dispuestos a seguir las órdenes de la autoridad militar que les demandan salir del vehículo y enseñarles la documentación.
Tras un rifirrafe entre militares y ocupantes, un miembro de la Policía Militar se ve en la obligación de abrir la puerta de la furgoneta y exigir al conductor que salga, quien aprovecha para salir por patas y huir a toda velocidad en dirección al edificio del Paraninfo.
El delincuente no contaba con que justo enfrente hay una Policía Militar guía canina con su perro, quien no duda en dar la orden a su binomio y el agente de cuatro patas no tarda ni cinco segundos en abalanzarse sobre el sospechoso e inmovilizarlo en el suelo. A la llegada de los militares, la guía pide a su compañero de cuatro patas que lo suelte y el presunto delincuente es arrestado.
Buen trabajo de un binomio especializado en seguridad, que una vez más, ha demostrado que la seguridad de sus compañeros militares es su objetivo.
Una vez finalizado su trabajo, aun tuvo que reducir alguna vez más al conductor de la furgoneta que en un par de ocasiones intentó escaparse de la autoridad para delicia de los asistentes a la exhibición, es la hora de los perros de explosivos y de estupefacientes.
Otro can de esta misma unidad, acompañado por su guía, no duda en olfatear cada rincón del vehículo en busca de drogas. Entra, sale, salta por los asientos, rastrea las ruedas, el maletero, el motor... hasta que se para y marca la presencia de estupefacientes. Un acta más realizada, que sin la presencia del agudo olfato canino, casi hubiese sido imposible de detectar.
Los últimos minutos de la exhibición se centraron en conocer el trabajo de los perros especializados en detección de explosivos, una especialidad muy complicada ya que los canes deben trabajar a distancia sin el acompañamiento de su guía.
Así, el tercer guía canino presente en el ejercicio, ante la sospecha de que en el vehículo puede haber algún explosivo colocado, ordena a todo el mundo alejarse de la furgoneta. Una vez evacuado el lugar de militares y curiosos, desde una distancia de seguridad envía al perro que debe olfatear la zona sin tocar en ningún momento ni el vehículo ni ningún paquete sospechoso para evitar una detonación.
Tras una primera orden, el can, un pastor belga malinois rápido como el rayo, sale a toda velocidad hacia el vehículo y olfatea unos bancos públicos ubicados en la zona y vuelve con su guía.
El militar repite la operación, el perro vuelve casi hasta a volar en dirección al coche, y se vuelve a dar la vuelta en cuanto llega al banco. A la tercera va la vencida. El agente no duda en correr hacia la furgoneta en cuanto su compañero se lo ordena, y esta vez llega hasta el vehículo y sin acercarse más de lo necesario se sienta indicando a su equipo, que allí, en la parte delantera de la furgoneta hay explosivos.
El guía lo llama rápidamente, se alejan aún más de la zona y es el momento de los artificieros, que serán los encargados de desactivar los explosivos.

Todos, militares y perros, recibieron los aplausos de los asistentes a la jornada, que disfrutaron viendo de forma real cómo trabajan estos perros.
La Unidad Cinológica del Batallón de la Policía Militar de Bétera, Valencia, existe desde 2008 cuando comenzó con 8 perros y tres guías. En la actualidad cuenta con 15 perros y 11 guías caninos, entre los que solo hay una mujer, según indicó el brigada Mares, encargado de esta unidad cinológica.
“Aquí la igualdad para acceder a guía canino es total, es bastante difícil, pero tanto hombres como mujeres cuentan con las mismas oportunidades”, concluyó.
Esta unidad trabaja con tres especialidades, seguridad, estupefacientes y explosivos.

(Páginas 32 y 33)

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