El fuego puede provocar secuelas de por vida en un perro
Los incendios forestales son una lacra que arrasa con todo lo que encuentra. Si el fuego es destructivo, el humo aún lo es más para personas y animales. Muchas de las muertes son por inhalación de humo más que por quemaduras. Los supervivientes pueden quedar con secuelas de por vida, los perros también. Mala respiración, tos aguda, cansancio, desorientación o estrés son algunos síntomas que pueden tener de por vida
Por M.ARAMBARRI
Desde las asociaciones de veterinarios se difunden con asiduidad consejos para proteger a nuestras mascotas de los fuegos. Pero poco se habla de las secuelas de por vida que pueden sufrir los animales.
AVMA, American Veterinary Medical Assocition, la mayor asociación de veterinarios del mundo, avisa en su página web y a través de comunicados que envía a las diferentes comunidades donde hay fuegos, que inhalar humo puede causar problemas de salud en los animales, incluso más que en las personas.
Según indica, los animales con enfermedades cardiovasculares o respiratorias corren un riesgo especial a causa del humo y deben ser vigilados de cerca durante todos los períodos de mala calidad del aire.
En cinco indicaciones resume lo que debemos hacer si tenemos la mala suerte de sufrir un incendio cerca de nuestra casa: mantener a las mascotas dentro tanto como sea posible y tener las ventanas cerradas; las aves son particularmente susceptibles y no se les debe permitir salir cuando haya humo o partículas presentes; dejar que los perros y gatos salgan solo para breves descansos para ir al baño si las alertas de calidad del aire están vigentes; evitar el ejercicio intenso al aire libre durante períodos de mala calidad del aire y solo hacer ejercicio a las mascotas cuando el polvo y el humo se hayan asentado; y por último, tener listo un kit de evacuación de mascotas e incluir a los animales en la planificación de preparación para desastres.
Una vez que se ha conseguido salvar a los perros de la voracidad del fuego, no todo está conseguido. Es posible que hayan inhalado humo por un espacio de tiempo suficiente como para que las secuelas sean un verdadero problema de salud de por vida.
Síntomas
Hay signos que nos dan la pista para vigilar a los perros y acudir al veterinario si es necesario. AVMA indica los siguientes: Tos o arcadas; dificultad para respirar, incluida la respiración con la boca abierta y aumento del ruido al respirar; irritación de los ojos y lagrimeo excesivo; inflamación de la garganta o la boca; secreción nasal; síntomas parecidos al asma; aumento de la frecuencia respiratoria, fatiga o debilidad; desorientación o tropiezo; o reducción del apetito y/o sed.
El problema de estos síntomas es que si los dejamos pasar tras el episodio de humo las consecuencias para el perro pueden ser fatales.
Según indican desde K9Mask, “Los perros, con su naturaleza curiosa y su energía ilimitada, suelen pasar más tiempo al aire libre que nosotros. Esto los hace aún más susceptibles a los efectos nocivos de la inhalación de partículas de humo y contaminantes que permanecen en el aire durante un incendio forestal. Al igual que los humanos, los perros pueden experimentar dificultad respiratoria, tos, sibilancias e incluso problemas de salud a largo plazo como resultado de una exposición prolongada a la mala calidad del aire”.
Desde Gabrica, empresa experta en desarrollar soluciones integrales orientadas a mejorar la salud y bienestar de las mascotas afianzando la relación dueño-mascota, aclaran cómo saber si nuestra mascota está afectada por el humo.
“Si una mascota estuvo en el lugar donde ocurrió la desgracia, pudo haber sido víctima del fuego o del humo. En el primer caso las lesiones serán visibles, pues estamos hablando de quemaduras cuya gravedad dependerá de la exposición del animal a las llamas. En el segundo caso, nos referimos a problemas respiratorios, además de fatiga y comportamiento inusual”.
Son en estas últimas situaciones en las debemos estar muy atentos a las señales que puedan alertar de daños internos. Lo primero ante cualquier aviso siempre debe ser llevarlo a un veterinario a que lo examine y nos indique los cuidados que precisa.
Un detalle que no se debe pasar por alto es que así como la familia que ha sufrido un incendio cerca ha vivido un gran trauma, las mascotas sufren también de estrés pasado el desastre, ya que pueden recordar y revivir lo que pasaron. “Si viven una experiencia tan traumática como es un incendio, donde su hábitat regular cambia drásticamente, las mascotas pueden desarrollar estrés postraumático”, hace hincapié la veterinaria de Gabrica, Denisse Jorquera, por lo que aconseja que “Se debe intentar, en la medida de lo posible, volver a establecer una rutina: alimentarlo a la misma hora, pasearlo a la misma hora, etc.”.
Los datos
250 mascotas fueron acogidas en albergues durante el incendio que asoló Tenerife, en la mayor atención a animales en una emergencia en España
(Páginas 14 y 15)