Displasia de cadera: un prototipo de arnés con calor puede aliviar los síntomas
El prototipo, hecho a medida, ha sido probado con éxito en una labradora de 13 años con displasia moderada
Un diseñador industrial ha ideado un arnés ortopédico modular con sistema de calefacción para perros de raza grande con displasia de cadera como un método no quirúrgico para tratar esta patología que trabaja como alineador de la articulación. El diseño es liviano, transpirable, fácil de colocar y siguiendo la moda canina.
Por Carlos XESTAL
El diseño de este prototipo, publicado en el directorio de Google académico, y realizado en la Facultad de Diseño Industrial de la Universidad de El Bosque, tiene como primer objetivo mejorar la movilidad del animal y paliar los dolores.
La principal función de este arnés para la displasia realizado por Santiago García Forero es “ayudar a alinear la articulación de perros con displasia de cadera que permite a los dueños tener mayor control sobre la recuperación de su mascota”.
Los materiales usados para su desarrollo fueron considerados según las tendencias de moda canina, sin dejar de lado en ningún momento “los aspectos de seguridad y viabilidad del animal”, indica el autor.
El “Hip Embrace”, como lo han denominado “fue pensado para ser liviano, transpirable y fácil de instalar, sin poner a los animales en posiciones incómodas y del mismo modo al dueño”.
Como la movilidad es una de las prioridades del producto, “se optó en su desarrollo por el uso de materiales elásticos que no limiten la movilidad y al mismo tiempo permitan una mejora de la misma teniendo en cuenta los síntomas de la patología, como el dolor en la articulación, disminución de la actividad física, desequilibrio en la cadera, entre otros”.
Por partes
Este arnés tiene la particularidad de que es modular, es decir, sus partes son separadas, por lo que no solo va destinado a los perros que ya sufren displasia de cadera, sino que por ejemplo la pechera puede colocarse a animales propensos a padecer esta patología a modo de prevención.
El sistema calefactable incluido hace más práctico mitigar el dolor de las articulaciones que sufren estos perros, con “materiales de alta durabilidad y servicio de restauración para manejar una economía circular de bajo impacto para el medio ambiente”.
La idea de crear este arnés surgió del investigador por la gran importancia que tiene la cadera en los perros. “Un entendimiento profundo de la importancia de la cadera canina en términos de su estructura, función y problemas asociados es esencial para los veterinarios, criadores, dueños de mascotas y otros profesionales del cuidado de los perros. Hay que tener en cuenta que la cadera canina juega un papel fundamental en la movilidad, estabilidad y calidad de vida de los perros. Es una articulación clave que permite que los canes realicen una amplia gama de movimientos, como caminar, correr saltar y jugar”.
Una cadera mal formada, debilitada o afectada por condiciones como displasia puede provocar limitaciones como dolor, cojera, rigidez, dificultad para moverse y por tanto disminución de la calidad de vida.
La displasia como tal es una enfermedad que se caracteriza por el desarrollo anormal de la articulación lo que resulta en un mal ajuste entre la cabeza del fémur y la cavidad del acetábulo en la pelvis, que causa una inestabilidad en la articulación.
Es una enfermedad con una base genética subyacente que se ve influenciada por factores ambientales y de estilo de vida. Suele ser uno de los mayores caballos de batalla de los criadores.
El arnés calefactable diseñado puede proporcionar soporte, estabilidad y alivio del dolor en la articulación afectada. La calefacción se puede definir como un tratamiento utilizado para abordar determinadas patologías, incluyendo aquellas relacionadas con el sistema musculoesquelético. Consiste en la aplicación controlada de calor sobre el área afectada con el objetivo de aliviar el dolor, mejorar la circulación sanguínea, promover la relajación muscular y facilitar la recuperación.
En este arnés el sistema es sencillo a través de la introducción de unos “paquetes” calientes en la parte que va sobre la cadera. Hasta ahora, según indica el diseñador, “ningún arnés terapéutico en el mercado ofrece un sistema de calefacción o algún accesorio para cumplir la función terapéutica del calor”.
Independencia
Otro de los objetivos de este diseño es conseguir más independencia de estos perros y por ende, más autonomía con respecto a su dueño que solamente se tiene que limitar a colocar el arnés a su perro como cualquier otro.
El prototipo ha sido probado en Niña, una labradora de 13 años con displasia de cadera moderada donde el sistema, según el creador, “funcionó correctamente, y aunque no es una solución definitiva a esta patología, es definitivamente una gran ayuda para Niña y su dueño”.
(Páginas 18 y 19)
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