¿Debe incluir el pedigrí el ADN
de los padres de los cachorros?
En España hay tres asociaciones caninas reconocidas para certificar a nivel nacional el pedigrí de los perros, validado en base a la declaración jurada de los criadores. El pedigrí, o certificado genealógico del ejemplar de pura raza canina, es un documento de vital importancia que marca la diferencia, o por lo menos debería marcarla, en cuanto a garantizar que por parte de los criadores se ha hecho una cuidada selección en la cría teniendo en cuenta los ascendientes del animal. Las asociaciones caninas debidamente autorizadas registran ese pedigrí en sus Libros Genealógicos tras comprobar la documentación o pedir más información en caso de duda. La responsabilidad de la veracidad de los datos es del criador, es decir, es una documentación que se basa en la declaración jurada de los criadores sin ninguna prueba más.
Por E. IGLESIAS
Desde la Asociación Canina de Criadores Nacional, ACCAM, se insiste a los criadores para que hagan pruebas de ADN a los machos y a las hembras que vayan a tener camadas, como una forma de evitar fraudes y picaresca en el registro del Libro Genealógico canino como ha ocurrido alguna vez en los libros de alguna asociación, y ha tenido que intervenir la Guardia Civil.
Según señalan desde ACCAM a LADRIDOS, este libro, Registro Español de Orígenes Caninos, REOC, sería como la partida de nacimiento del perro y es la propia Asociación la que se encarga de “comprobar la información aportada e inscribir a los cachorros en el registro REOC, donde quedan reflejados sus antepasados, en tres o cuatro generaciones, mediante la presentación del criador de sus cartas genealógicas”.
Este documento certifica que un ejemplar de pura raza tiene una genealogía reconocida y seleccionada. “Es mucho más que un papel o un árbol genealógico, es la guía y constancia de que un criador responsable ha realizado una selección esmerada en la cría de un perro de pura raza, documento de gran importancia para evitar malas consanguinidades que deriven en problemas genéticos y para tratar de aislar y erradicar de la descendencia aquellos ejemplares no aptos para la reproducción”, señalan desde ACCAM, asociación que lleva treinta años trabajando en pro de una cinofilia responsable.
En cada uno de estos certificados se tiene que incluir: denominación del Libro Genealógico y número con el que el perro ha sido registrado; fecha de la inscripción; nombre del perro; la raza; la variedad; el sexo; el color; la fecha de nacimiento, el código de identificación del microchip; el nombre del criador; la fecha de la transferencia de propiedad; el nombre y domicilio del propietario; la fecha de emisión del pedigrí; las firmas autorizadas de la Sociedad Canina y el nombre y número de registro de los antecesores, como mínimo de tres generaciones.
Además de incluir también información sobre sus padres, abuelos, bisabuelos.. puede hacer referencia a títulos obtenidos en exposiciones de belleza canina, pruebas de salud, trabajo y sociabilidad, nacionales o internacionales, por los antecesores del cachorro, siempre que los propietarios faciliten la documentación pertinente a la Asociación canina a la hora de inscribir al cachorro.
El pedigrí establece y certifica la pureza y selección de la raza. Para que el perro pueda intervenir en exposiciones de morfología y belleza canina, el ejemplar debe de estar u
inscrito en un Registro Genealógico de España reconocido oficialmente.
Según la legislación vigente, los certificados en los Libros de Orígenes deben ser reconocidos en cualquiera de las tres asociaciones autorizadas a nivel nacional al efecto: Real Ceppa sólo para pastor alemán y RSCE y ACCAM para las razas reconocidas por cada una, de tal forma que los propietarios de un perro con pedigrí pueden dar de baja a su perro en una de ellas y registrarse en la otra. “ACCAM reconoce todos los pedigrí que vienen de la RSCE o del Real Ceppa, no hay ningún problema, como ellos tienen que reconocer los nuestros” señalan desde la Asociación Canina Nacional.
Aunque esto es un proceso que podría ser automático, ACCAM se toma muy en serio la cinofilia y la cría responsable y también comprueba los pedigrís que reconoce provenientes de otras sociedades.
El documento genealógico homologado tendrá validez de registro nacional e internacional por la Organización Cinófila Internacional Alianz Canine WorldWide, donde está integrada ACCAM, y el cachorro podrá participar en exposiciones, concursos o campeonatos a nivel internacional.
La inscripción de la camada sólo lo puede solicitar el criador de los cachorros, que es el propietario de la madre. Sin este trámite es totalmente imposible registrar un perro en el REOC. Además, tanto el padre como la madre de la camada tienen que estar inscritos y transferidos a nombre de sus propietarios, los que inscriben la camada, antes del parto de la hembra. Esto es un paso de control importante para evitar posibles fraudes.Tanto el macho como la hembra reproductora tienen que cumplir unos requisitos en el momento de la camada: la hembra tener más de un año y diez como máximo, y el macho más de nueve meses y no superar los 12 años.
Cuando nacen los cachorros, el criador debe dar de alta la camada en la Asociación Canina Nacional, reconocida oficialmente para la gestión de pedigrí mediante un impreso con el epígrafe: “notificacion de alta de nacimiento de camada”, en el que hay que indicar los datos de los padres, fecha de la monta y de nacimiento de los pequeños, cantidad de machos y hembras con sus nombres y descripción de color.
Una vez que la Canina procese todos los datos y dé de alta a cada cachorrito de la camada, se le entrega al criador el Certificado de Inscripción de cada perro con un número de registro REOC de cada uno, su nombre oficial, su número del chip, etc. Cada cachorro es único y tiene la identificación y el número de registro propio asignados para él. El criador facilita este certificado de registro a la persona que quiera adquirir el perro, para que ésta pueda tramitar el pedigrí. El propietario final rellena el Certificado de Inscripción, incluido el número de microchip y paga la tarifa correspondiente. Y en unos días recibirá de ACCAM el certificado de pedigrí de su cachorro.
Pedrigí de otros países
Para homologar un documento genealógico de otro país e inscribirlo en el REOC hay que presentar fotocopia compulsada del certificado del país de origen emitido por la asociación canina extranjera del lugar del nacimiento autorizada para ello, junto con un impreso a nombre del propietario español y pagar las tasas. ACCAM cotejará la documentación y, en su caso, devolverá el Export Pedigrí original al dueño junto con el documento homologado y su número de registro en el REOC, libro español de registro.
Reconocimiento de raza o como mascota
Si un perro no tiene pedigrí reconocido no es el fin del camino para él. Las sociedades caninas pueden abrir un proceso denominado “reconocimiento de raza” para inscribir al animal en el RCC o RI, Registro Inicial de Razas Caninas, un anexo del REOC en el que figuran los perros de pura raza que no tienen tres o más generaciones reconocidas por ACCAM. Eso sí, tienen que pasar un riguroso proceso para llegar a ello y si lo alcanzan, los canes con este pedigrí inicial, además de que se les certifica que pertenecen a alguna de las razas reconocida por Alianz Canine WorldWide, pueden participar en todos los concursos y exposiciones que crean oportunos y, si tuvieran cahorros, estos se inscribirían en los registros oficiales de la Canina.
Los reconocimientos de raza se hacen normalmente en algún concurso de belleza y tras ser inspeccionado por un juez especialista en la raza e incluso por un veterinario para determinar su salud. Si el perro cumple las condiciones de estandar de su raza, obtiene el certificado de Registro Inicial de Raza.
Si tiene alguna anomalía, por pequeña que sea, obtiene el RI pero como “mascota o animal de compañía” y se le indica al propietario que no es indicado para criar.