El voluntariado de rescate con perros
se codea con los profesionales
La dicotomía entre voluntarios y profesionales en salvamento canino prácticamente es historia gracias al trabajo de la escuela Escuela Española de Salvamento y Detección con Perross, ESDP, que, a punto de cumplir 20 años, no hace distingo en la formación de ambos. La noticia de que un perro ha encontrado a una persona viva bajo los escombros de una localidad arrasada por un terremoto siempre es viral. Pero poco se dice del voluntario que deja atrás familia y vida y pone su empeño en que otros puedan continuar con la suya tras una catástrofe. Tras años de formación, su nivel de preparación es “igual o mayor que la de los profesionales”, según señala a LADRIDOS, Susana Izquierdo, presidenta de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros.
Por E. IGLESIAS.
La Escuela, por la que desde su fundación en 1999 han pasado ya más de 2.500 guías con sus perros, es la que prepara e imparte los programas para la Escuela Nacional de Protección Civil. “Somos los únicos que ofrecemos programas de formación integrales para guías caninos de rescate. Todos los voluntarios o profesionales que pasan por la Escuela de Protección Civil pasan, o han pasado, por nuestros planes”.
En estos programas se trabaja, además de por la formación de todos los que se dedican al rescate, por la dignificación de la figura del voluntario. “Entre el personal voluntario y el profesional no hay diferencia debido a la tarea que realizan, que es la misma. La Ley exige a las entidades que los voluntarios tengan una formación y nosotros lo llevamos a rajatabla. El voluntariado son entidades al servicio de las fuerzas públicas, tenemos que ser tan profesionales o más que ellos”, matiza Izquierdo.
Históricamente había un gran déficit en la formación de los voluntarios, “a los que se consideraba en segundo plano siempre. Ahora ya se le está dando más importancia y se están haciendo planes de formación, aunque todavía son genéricos para voluntariado, no es formación específica”, añade la presidenta de la Escuela.
El punto de inflexión fue la riada fatal en lo localidad aragonesa de Biescas que causó 87 muertos y 183 heridos entre los alojados en el camping Las Nieves, el 7 de agosto de 1996.
“A raíz de la tragedia de Biescas, un grupo que intervenimos en aquel desastre viendo como estaba el tema de rescate con perros, que en un 80%-90% éramos voluntarios y que no había ninguna escuela de formación y nos íbamos fuera a formarnos, a Francia o a Austria, decidimos hacer una escuela de formación de rescate con caninos en España”.
Tras un tiempo de organización en 1999 echó a andar una escuela, que hoy día tiene tres delegaciones y en la que trabajan 26 voluntarios, por la que cada año pasan por sus cursos unos 150 guías de perros de rescate. Los fundadores fueron “dejando las organizaciones en las que estábamos y dentro de la escuela hicimos una rama operativa para la búsqueda de personas con perros”.
La ESDP funciona a nivel privado, “no tiene que pasar todo el mundo que trabaje en rescate con perros, es a nivel privado, pero lo cierto es que prácticamente todo el mundo que se forma en esta materia pasa por nosotros, podemos decir que somos la raíz de todas las formaciones”, relata Susana.
Además, muchas entidades para las que preparan los programas de formación luego les demandan cursos de reciclaje. En todos sus cursos o programas hay un pilar común irrenunciable: “Tratamos de concienciar de que traten a los perros no como objetos, incidimos mucho en el bienestar animal; nosotros trabajamos siempre bajo el supuesto del binomio indisoluble. El perro tiene que estar con su guía cuando sea posible.”, explica la presidenta.
Desde que esta escuela empezó su andadura hace casi 20 años, el trato hacia el perro ha cambiado muchísimo, “se ha pasado del palo y la zanahoria a una filosofía siempre a favor del perro, fuimos de los primeros, han cambiado mucho las instituciones, ahora son mucho más abiertas, Cuando empezamos, tenían métodos muy arcaicos”, matiza Izquierdo.
En cuanto al sistema de trabajo de la propia ESDP, “se ha evolucionado mucho en los sistemas de entrenamiento y en la forma de tratar a los perros. La mayoría de los entrenamientos están adaptados a la idiosincrasia de cada lugar; hemos ajustado técnicas, se adecúan a cada realidad, no es lo mismo preparar a un guía y a un perro para trabajar en Noruega que para hacerlo en un país latino, las realidades son muy diferentes”.
También en la filosofía de esta escuela está el que los perros de detección vivan en una casa, en una familia, con su guía. “El conocimiento que tiene que tener el guía de su perro, para poderlo criar, adiestrar y luego intervenir con él, obliga a que pase el máximo tiempo con el animal. Es preferible, aunque no es absolutamente imprescindible. Pero las ventajas de que viva con el guía en su casa son muchas, sobre todo por el vínculo, el perro trabaja para agradar a su guía no por detectar algo, tampoco es muy positivo que tenga varios guías”, concluye la presidenta de la ESDP
Oferta de planes de formación:
-Curso básico de capacitación a nivel general en comportamiento de perros y de iniciación al perro de rescate.
-Especializaciones en búsqueda: en estructuras colapsadas; en riadas y deslizamientos de tierras; en terrenos forestales y de personas perdidas, con dos variantes: venteo o rastreo; de cadáveres y restos humanos.
-Complementaria: trabajos específicos en altura con perros, maniobras verticales.
-Primeros auxilios a los perros de rescate.
-Específica, a través de monográficas, para personas que están en equipos de rescate.
- Cursos OPEN, para los que quieren introducirse por primera vez.
-Seminarios de introducción para todos los que quieren conocer lo que es el rescate.
-Cursos de formación canina integral completos, desde la preparación de las instalaciones hasta el seguimiento de los perros.