Mastín tibetano, padre de los perros de montaña
Hablamos de un perro guardián de los rebaños, fuerte y longevo, poco sociable con humanos, excepto sus dueños, algo terco y a veces agresivo, pero un gran defensor de su familia, sus animales y espacios a cuidar. Raza de perro gigante, originaria de Asia, poco extendida por el mundo y con cuatro estándares diferenciados. Solo para personas muy experimentadas y conocedoras de razas grandes.
Por Miguel PELE
Para conocer al mastín tibetano nos vamos al estado de Jalisco, a la Guadalajara mexicana y allí encontramos a Abraham Gómez, un adiestrador canino propietario de Hermes, un macho negro que ahora es su guardaespaldas.
Hermes llegó a sus manos como una inversión, lo compró a otro amigo adiestrador con la intención de venderlo, “dado que lo adquirí por un precio asequible, ya que se trata de una raza bastante cara”. A su amigo le llegó de una familia que no lo quería por agresivo, pero tras un año a su lado ya es su guardián. Porque este es el cometido que mejor desempeña el perro gigante originario del continente asiático, donde era la raza de trabajo de los pastores del Himalaya.
Este perro de color negro y pelo largo tiene actualmente dos años y medio y pesa aproximadamente 60 Kg, unas medidas propias del pastor tibetano fuera de sus orígenes. Los que viven en Asia tienen un tamaño bastante más grande.
El carácter
Estos mastines o dogos tibetanos se caracterizan por tener un carácter extremadamente fuerte, son muy territoriales y bastante tercos. Además, al ser raza de pastor, también es muy desconfiado y por su carácter con las personas no es sociable, ya que convive con los pastores y poco más. Tolera a otros perros, pero no juega con ellos. En el caso de Abraham que tiene además un rottweiler y un labrador “no los dejo que se junten”, por pura precaución.
No se trata, pues, de una raza para principiantes. Según, Gómez, se necesita tener “un dueño muy bien preparado, gente con mucha experiencia en perros de carácter fuerte”. En su opinión, un particular que quiera tener este perro “debería realizar obligatoriamente un curso de obediencia” para tener un animal de estas características lo más controlado posible.
Por lo general no avisan cuando van atacar lo hacen y ya, usando su cuerpo como si fuesen luchadores de sumo. Lo mejor de la raza es que como perro guardián “lo considero de los mejores perros que he conocido”, además de ser excepcional en la forma de cuidar de sus seres queridos.
Por el otro lado, lo peor que tienen es que son muy desobedientes. A “Hermes yo le caí bien desde el principio. Cuando lo compré tenía año y medio y ya era muy agresivo, pero conmigo nunca se me ha puesto agresivo. Me hace caso, pero le tengo que estar regañando continuamente. Cuando lo intenté vender en algunas ocasiones, se ponía muy nervioso y agresivo”.
“Lleva una vida solitaria ya que no le gusta convivir con nadie que no sea yo. En mi casa estuvo nada más que 15 días, me lo tuve que llevar al trabajo porque en la casa no dejaba entrar a nadie, ni siquiera a mi mamá. Pero es un perro que me aporta seguridad, ya que he dormido en ocasiones en parques y me siento muy seguro cuando está conmigo”.
En sus orígenes era perro guardián de los rebaños de pastores del Himalaya, por lo que es a las ovejas a las que siempre guardó. “El mío se pone agresivo con las vacas, pero desconozco si todos son así con el ganado”. Lo cierto es que lo recomienda para guardián, pero “para algún rancho o territorio grande a cuidar”.
Cuidados
Al ser una raza de perro gigante hay que prestar atención a sus articulaciones, pues se trata de animales que superan los 60 kg. A pesar de ello, son perros ágiles y que pueden alcanzar, para su tamaño y peso, altas velocidades en carrera.
Como corresponde a los de pelo largo, deben tener un cepillado constante para eliminar todos los restos de vegetales que se le suelen adherir.
Una buena alimentación es importante para mantenerlos en la mejor forma física, lo que implica, según Gómez, “una inversión grande en mantenimiento”.
Como se trata de una de las razas más antiguas y cercanas al lobo, tiene una esperanza de vida de 12 a 15 años, por lo que se le considera de las razas gigantes más longevas.
Datos curiosos
Es una de las razas caninas más antiguas. Está considerada de donde derivaron todos los perros de montaña y mastines.
Usado hace 4.000 años como perro de guerra y vigilante de los prisioneros.
Son de hábitos nocturnos, pues de noche es cuando son más activos.
Al igual que los lobos, solo tienen celo una vez al año.
Hay grandes diferencias entre el mastín tibetano original que vive en Asia y los pocos ejemplares que están en otros continentes, como el tamaño, color y densidad de pelo y carácter. Tiene 4 estándares diferenciados.
El dato
60 kg pesa este mastín llamado Hermes, que pueden llegar a ser 100 kg
(Páginas 12 y 13)
