La mejor forma de no dañar a un perro en el deporte canino es cumplir el reglamento
Lo deportes caninos están en alza, aunque es cierto que aún muy lejos del público en general. La alta competición donde se demuestra el valor del perro está pasando por un momento a la vez dulce y amargo. Dulce porque el nivel de nuestros perros nada tiene que envidiar a los países de nuestro entorno y amargo porque el cumplimiento de los reglamentos se suele olvidar con demasiada frecuencia.
En LADRIDOS este mes nos hacemos eco de una reivindicación que ha levantado el malestar por poner en peligro a los perros en una de las disciplinas caninas más atractivas para el público: el mondioring, el deporte canino con espectáculo por excelencia. Como en toda actividad de mordida, el hombre de ataque, el figurante, es una pieza clave para demostrar al juez esa valentía y calidad que se exige al perro.
La única forma de ir a favor del perro, de respetarlo, de protegerlo y de hacer que disfrute jugando en las competiciones o concursos, es seguir punto por punto el reglamento y sus exigencias de no infligir jamás dolor físico al animal.
Sin embargo esto muchas veces no se hace y aunque está taxativamente prohibido se acaba tocando al perro con el bastón, con los accesorios, con la mano, se le esquiva haciendo que choque de forma violenta y agresiva... en definitiva se pone en peligro su integridad sin que los jueces de las pruebas, que son los que realmente tienen en su mano parar estas situaciones, tomen cartas en el asunto.
Como denuncian varios referentes del mondioring en nuestro país, si esto se sigue permitiendo una de las disciplinas más bonitas y atractivas acabará desapareciendo.(Página 3)
